Hace poco hablaba con mi marido sobre las posibilidades que tiene alquilar una segunda casa en la playa que tengas en propiedad, mi suegra tiene un pequeño apartamento que tras una reforma adaptativa podría alquilarse por semanas en agosto a mil pavos. MIL PAVOS. Y cotilleando en las web de reservas, para agosto si quieres ir hoy (primera semana), ya no hay sitio libre… con lo que sacas la rápida conclusión de que allí se alquilan hasta las alcantarillas. Yo ya me había evadido como Sócrates en un profundo circunloquio convexo de cálculos matemáticos y amortizaciones francesas, cuando mi marido tocándome suavemente el brazo me dijo: “Ni te metas… en 20 años aquello estara como Venecia”. Y es que siempre se me olvida que somos unos firmes creyentes del apocalipsis!…
Supongamos que te has comprado una casa y ocurre:
Directo al grano
El cambio climático
Se derriten los casquetes polares, se paran las corrientes marinas, el clima se va a la mierda…
El apocalipsis climático lo veo como cuando en doctor Zhivago le dicen ahora en tu casa en vez de dos vais a vivir 54.
Este bonito proceso natural (que no existe para muchos o estamos acelerando para otros pocos) provocará tales desplazamientos de gente que ni vallas, ni muros, ni escudo antimisiles, ni Trump. Se te van a meter todos en casa, así que de nada te habrá servido comprarte un gua de 50 m2 en un ensanche… vas a compartirlo con dos familias de noruegos, muy altos y muy rubios a quienes los fiordos se les han congelado del todo. ¿Te ayudarían a pagar la hipoteca?… eso está por ver pero seguro que te ayudan a pescar salmones desde tu nueva terraza en primera linea de playa.
El apocalipsis zombie
Todo el mundo sabe que en cuanto se te acaben las latas de atún debes abandonar tu casa e ir en pos de refugio más seguro. Así que tendrás que dejar atrás: tu casa, su bonita hipoteca, los agujeros que con tanto cariño hiciste para tus cuadros y las pequeñas reformas, y la verás quedar atrás, en retrospectiva vintage mientras te alejas Katana a la espalda.
Todo el mundo sabe (porque se dá en el colegio) que ante un escenario semejante, casa, coches y lo que quede en los supermercados es de dominio público y/o se lo queda el tipo con el bate con pinchos más grande, así que ¿Por qué tener una casa en propiedad?.
La llamarada solar
La llamarada solar lo petará todo, y salvo que lo guardes en una caja de faraday (por ejemplo 1 2 3: microondas) se quedará frito. Aguantarás en casa lo que te dure la comida y el agua, luego tendrás que salir a por víveres y volver a parapetarte bajo alambre de espino o abandonar tu hipotecado nido para siempre por tierras más tranquilas, fértiles y autosostenibles nivel Amish, le dirás adiós a tu casa hipotecada con el sombrero de vaquero puesto adentrándose de lleno en el más salvaje FAR WEST.
La parte positiva: comerás ecológico, aprenderás a hacer queso, montarás a caballo, tu perro será tu mejor arma y amigo… Y LO MEJOR de lo mejor: se acabaron los grupos de wasup.
La parte negativa, ya nadie podrá ver nunca lo bonita que te ha quedado tu granja en Instagram.
La invasión extraterrestre
No hay verdaderamente donde esconderse, si vienen a recolectarte, allí se quedarán tus plantas esperando que las riegues y si vienen a exterminarnos, encima de tu hipoteca edificarán una bonita fortaleza de cristal.
Podrás huir y ocultarte un tiempo mientras rezas para que las negociaciones con el líder de tu país, aseguren un futuro.
El caso es que para qué tener nada, si sólo estamos de paso.
Solución: cómprate un barco
Ante un cambio climático donde todo es agua como en waterworld, te va de perlas, empezarías ya como un campeón, controlando la situación. Vivirías como un pescador filipino pero haciendo tus pinitos de chef en una cocina solar. Yo me veo, no sé tú.
En caso de apocalipsis zombie, salvo que aprendan a hacer montañas con ellos mismos y subirse al barco parece que podrías estar a salvo, misma vida que en waterworld, pescando a tu rollo esperando que se pudran todos para ver si hay algo de tierra para tomarte un coco con vodka. El tiempo de espera (o tiempo putrefacto) en mi opinión es algo más corto que en las pelis o series, no creo que llegue a la décima temporada… Para mi es el mejor apocalipsis diría hasta que el apocalipsis zombie es mi apocalipsis preferido.
Un barco en caso de llamarada solar se convierte en una barca de madera pero no pasa nada, como los peces siguen ahí, sólo se han frito las cosas con cables, puedes pescar. Todos esperamos de corazón que la desalinizadora que tenga ese barco sea analógica.
En caso de advenimiento extraterrestre, salvo que precisamente quieran el agua, tú puedes estar ahí tranquilito, flotando y filosofando, mientras en tierra firme viven “la guerra de los mundos” y Rajoy controla la crisis, para cuando hayan acabado los virus con los aliens, tú volverás a tierra con un bonito bronceado, ¡Puede que incluso a tu nueva casa-fortaleza de la soledad!.
Qué llevo en mi mochila de supervivencia apocalíptica
Toda madre ha de estar preparada para cualquier eventualidad, y el apocalipsis es una eventualidad. Aquí te dejo la guía definitiva de supervivencia holocaústica y lo básico para ir tirando que te asegurará una tasa de supervivencia superior a la media (10%):
El libro que todo lo sabe, por si eres de los que sale corriendo hacia el lado que no es.
Mochila de supervivencia «militar look» con un montón de sitios para enganchar cosas.
Purificador de agua, purifica hasta un 99%.
Pastillas potabilizadoras.
Navaja multiusos para matar zombies y cercenar miembros de compañeros infectados.
Mantas térmicas para emergencias, o noches en casas ajenas sin calefacción.
Cuchillo para pelar estacas.
Y fin, con esto me siento segura, todo lo guardo debajo de la cama, a mano, y cada vez que me acuesto les deseo buenas noches.
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