En retrospectiva, diría que la primera vez en la que dije adiós a la madre perfecta fue cuando vencida por el cansancio dije probemos el método Estivill durante 10 minutos a ver si se callaba y pasados los diez minutos cogí a mis bebés y me los metí en la cama, uno todavía no ha salido de ella.
En ese preciso momento es como si la voz de Darth Vader te hablara diciendo:
Has antepuesto las necesidades propias a las de tus hijos, muy bien, deja que fluya, estás cada día más cerca del lado oscuro, de la imperfección, toma mi mano y ven…
Darth Vader voz en off
Y en ese plan llevo 4 años escuchando voces y sobreviviendo como Bear Grylls, no sabiendo muy bien qué es lo mejor: Si arrancar violentamente la pala a ese niño que en el parque se la ha quitado a mi hija o dejarles ver el ipad hasta que se duermen y dan con él en la cara, o dejarles irse a la cama sin lavarse los dientes porque como de postre han tomado chicle y el anuncio dice que…
Otro tema es el de las comidas, a mi me gusta cocinar, pero para cocinar tienes que encerrarte como un monje belga cervecero y poner pucheros como nacho cano teclados… La thermomix ayuda, un huevo, pero te falta tiempo y fundamentalmente energía. Tengo una amiga que cocina a las 11 pm, yo a las 11 pm ya he tenido dos pesadillas y estoy en REM profundo.
Vas por el supermercado con la idea mental de que se prepare en 5 minutos para minimizar el impacto cerebral que te producen sus “tengo hambre” encadenados y en bucle, y que surgen aunque se hayan comido hace 5 minutos un yogur. Es un nuevo concepto al que no estás acostumbrada: El hamburrimiento.
La verdad es que el auto-engaño al que se somete una madre visto desde fuera es bastante grande, pero es un mecanismo más de defensa de supervivencia y fundamentalmente surge cuando sabes que algo no está bien pero te auto-razonas que sí porque total, es sólo uno, es solo un rato, o ya mañana se acabó. Como cuando te pones a dieta un Lunes y el Domingo te los has comido tó.
Directo al grano
Momentos maternalmente imperfectos
Cuando vives en el Ensayo – Error
Prueba esto a ver qué pasa. En tu desesperación ya tiras a boleo, no sabes qué decir ni qué hacer.
En la época de las rabietas, por ejemplo, que no sabes si pedir una excedencia temporal de la maternidad o internaros juntos en un psiquiátrico. ..Miras en internet y hay cursos que te enseñan a gestionar las rabietas por 30 euros, madrededios… y abres Amazon y buscas camisas de fuerza talla de 2 a 4 años, luego cierras y borras el historial de búsqueda no vaya a ser.
Cuando gritas
En ese momento tocas fondo, porque una cosa es hablar fuerte y con convicción, que el grito loco de basta-ya-me-cogería-el-coche-y-me-iría-a-Laponia del tirón… Creo que puedo atreverme a decir que nos ha pasado a todos, repito a todos en algún momento, y a Maria Montessori también. Es prácticamente imposible contener la furia agotada, esa que nos llena después de largas jornadas de trabajo que empalman con segundas jornadas en una casa desordenada y sucia con niños que necesitan de ti.
Cuando el cuerpo te pide estar sola
No tienes porqué haber tenido específicamente una bronca para querer meterte en un tanque de flotación. A veces es un sentimiento que brota al ver un anuncio de desodorante de la tele o un videoclip de Maroon V. Da igual es como cuando te inyectan un anestésico y sube a tu cabeza y solo quieres estar sola en silencio y oírte pensar.
Ese sentimiento desencadena de forma directa y proporcional una gran culpa en ese momento es muy importante llamar a una amiga para decirle: «Joder tía estoy hasta las pelotas» y oír al otro lado: «Pues anda que yo«.
Momentos maternalmente perfectos
- Cuando oyen que te vas a trabajo por la mañana y te llaman desde la cama o te acompañan a la puerta para que les des un beso antes de irte
- Cuando te dicen que no quieren ir al colegio porque quieren quedarse contigo
- Cuando te cuentan una historia que les ha pasado a su manera y con su lengua de trapo y te están pidiendo consejo
- Cuando te dicen que quieren estar de vacaciones y contigo, porque es un periodo con fecha de caducidad y pronto querrán estar de vacaciones con sus amigos.
Hay muchos más, infinitos y días en donde no hay ninguno.
Madre Pokemon, adáptate o muere
En mi opinión a los seres humanos nos gusta sentirnos queridos y útiles, no perfectos. Creo que la maternidad es más fácil cuando asumes que no llegas a todo y que en algo hay que ceder.
La improvisación de la madre i(m)perfecta
Una madre con un Gin&Tonic en la mano
Creo que hay que empezar a quitarse la «m» de i(m)perfecta y generar la siguiente generación de madres como el i-phone o el i-pad, madres i-perfectas.
Darwin tenía razón: el que no se adapta, muere.
Es cierto que no te puedes tomar el Gin & Tonic encaramada al bafle como hacías antes pero te puedes tomar el mismo Gin & Tonic sentada en el patio trasero de la casa de tu amiga mientras las little besties buscan lombrices de tierra.
Notarás que esto es especialmente duro cuando eres la única mama de tu divino grupo de amigas, te dolerá que dejen de contar contigo y te dolerá que cuenten contigo cuando saben que no puedes ir.
NO es un corte radical, TODO se puede gestionar, pero tendrás que pasar de ser un Pokemon cualquiera a Madre Pokémon, que concilia trabajo, cole, deporte y vida social, porque quiere hacerlo.
En mi caso personal fui la última en tener hijos así que ha sido muy fácil la transición de la hard party a la barbacoa familiar American Pijistyle, que además va mucho mejor con el estado actual de mis riñones.
¿Barbacoa pijistyle? Asi y con una copa balón en la mano izquierda.
| 6 cubiertos de carne | Utensilios barbacoa | Delantal unisex |
Terapia de Grupo: Madres trabajadoras (Netflix)
Es buena serie no es una obra maestra de los guionistas de Juego de Tronos (obviando la última temporada) pero es divertida de ver; seguro que te identificas con algunas partes de todas las madres que componen el elenco: una madre que no quiere dejar su carrera profesional, una madre que se queda embarazada a los 9 meses de haber dado a luz y no está en un buen momento económico, una madre con depresión postparto, una madre que no quiere dejar atrás su vida farrera… Yo solo veo madres… ni perfectas ni imperfectas, madres que solo necesitan un Gin & Tonic de vez en cuando.
No hay dos mujeres iguales, luego no hay dos madres iguales, puedes seguir tendencias (Estivill) o modas pediátricas (BLW) o naturopatías (colecho) pero en el fondo tu modelo de crianza es único y solo tuyo.
¿Sales del trabajo y lo dejas todo hecho y cerrado? o ¿Es infinito y siempre queda algo pendiente? ¿Te consideras una trabajadora imperfecta? Entonces ¿Por qué cuando no llegas a todo te sientes como una madre imperfecta?
Lo haces bien
Todos tenemos nuestras formas pero tener un faro de referencia que nos dice que lo estamos haciendo bien y que nos ayuda a minimizar aquello que hacemos mal es siempre es una ayuda, aquí te dejo mis lecturas recomendadas (pincha en la foto).
El secreto de una maternidad feliz es hacer una pequeña reflexión autocrítica, no todo es echar balones fuera y liberarnos de la culpa, siempre se puede mejorar, pequeños cambios consiguen grandes avances, por eso es importante leer, pensar, hablar con las amigas tomando un Gin & Tonic y mezclar todos esos consejos hasta conseguir TU mezcla perfecta.
Feliz Gin & Tonic!
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