Siempre me ha gustado mucho la frase: tu libertad colinda con la mia, es muy de tú haz lo que quieras pero déjame a mí con lo mío que soy muy feliz… y de eso os voy a hablar hoy de ser feliz.
No te paras a pensar si eres feliz. A lo mejor en las vacaciones tienes un atisbo de: “Joder otra vez en el pueblo con mis suegros”; pero a la mayoría la inercia nos come y no somos conscientes de si somos felices o no, aunque sea en general, y lo más penoso: pararnos a pensar qué hacer para cambiar aquello que no nos hace felices.
Antes que nada recordar que: Mi felicidad y las cosas que me llenan no tienen porqué ser las tuyas, cada uno es un mundo en su circunstancia pero a lo mejor eres feliz y no lo sabes, y la lectura de este post te ayuda a descubrirlo!
Directo al grano
Mi decálogo de la felicidad
Ser dueño de tu tiempo
Siempre he oído que la gente en la ciudades no sabe vivir… mucha oferta cultural que no se disfruta, el mejor parqué médico al que no se tiene tiempo de ir, aglomeraciones y unos aires punto más que contaminados…
Las grandes urbes roban el tiempo, el transporte público, los ordenadores tortuga, las zonas sin cobertura, las zonas con cobertura, los procesos ineficientes, las colas, las reuniones estériles…
Hace tiempo me reuní con una persona que había cambiado Marsella por una gran ciudad europea, gris, grande, contaminada y con mal tiempo. Yo me hacía cruces mientras le preguntaba el porqué… el sur de europa tiene otros ritmos, más apagados, más lentos, menos eficientes y eso le ponían nervioso, había dado con ubanita neuroticus maximus…
Aun recuerdo a mi marido cuando salíamos fuera de Madrid y tardaban en atendernos o servirnos en un restaurante más de 5 minutos… “Nos vamos” me decía mi madrileño marido y yo: ”Tranquilo amor estamos de vacaciones, habla conmigo, ya vendrá el señor camarero»…
Somos unos prisas, no caminamos, corremos, no comemos, engullimos, no vivimos, consumimos días… y eso es porque nuestro tiempo no nos pertenece
Pero vamos a ser más felices en este aspecto… Vaticino un cambio social motivado por el teletrabajo en donde la gente vivirá donde le salga del pinrrel, en un entorno que le guste permitiendo recuperar pueblos abandonados. Vivir más y mejor, lejos de aglomeraciones y contaminaciones, fomentando la sana competencia entre ciudades dispuestas a ofrecer a sus ciudadanos la mejor calidad de vida.
Vivir sin deudas
Lo digo y lo repito, esta sociedad está montada sobre la deuda, cada vez que te sacas un tarjeta fidelidad en una mercería te llegan 20 mensajes de préstamo preconcedido y no sabes cómo, vete de vacaciones, reforma la cocina, compra una segunda vivienda en la playa… y así estamos, yo por lo menos salí de mis estudios superiores sin préstamo de estudios a pagar, pero últimamente tal y lo que veo el tema… mi intuición me dice que las próximas generación van a nacer ya con uno o varios préstamos preconcedido o a pagar.
Y acostumbrados a esas obligaciones financieras vivimos, asumimos ese run-run de tener que estar aguantando en el trabajo lo que estamos aguantando porque hay facturas, porque hay letras, porque hay pocos ahorros y muchas deudas.
No estar atada a una hipoteca (que para mi es la madre de todas las deudas) a mi me hace dormir bien por las noches, hay quien no tener una casa en propiedad le quita el sueño… No todos somos iguales… Pero soy yo la que está escribiendo su decálogo de la felicidad!
Amar lo que tienes
Veo demasiado a menudo la envidia y la comparación. El jardín del vecino siempre está más verde. Lo que tiene el otro, lo que ha conseguido, hasta dónde ha llegado… Y se vive amargado encerrado en la “no suerte de uno”… sin hacer autocrítica de que a lo mejor no has conseguido lo que querías por una serie de decisiones equivocadas… y echamos la culpa a la suerte.
Yo creo que querer mejorar es una cualidad inherente al ser humano y hasta cierto punto sana. Es bueno querer mejorar, pero no a costa de estar siempre con la mira puesta o en el pasado o en futuro, en una angustia constante que te envuelve en una infelicidad permanente por no tener o estar donde quieres en ese momento. Creo que cuando sabes lo que quieres pero no te obsesionas con ello y disfrutas del camino a la meta… entonces has encontrado el punto.
Apreciar los pequeños momentos
Contrariamente a la depresión que para mi sí es un estado continuo de tristeza profunda, mañana, tarde y noche, la felicidad no es un orgasmo continuado de euforia cósmica descontrolada.
Para mi la felicidad es un:
- “coño que a gusto estoy aquí echándome unas risas con unos amigos a quienes hace tiempo no veía”
- ”joder que momento de paz”
- “pon otro de Netflix”
Expertos comentan que puedes ser perfectamente feliz en un dia de mierda en el trabajo, al parecer el hecho no es incompatible, tienes que conseguir no amargarte por un gilipollas, lo cual no es moco de pavo, pero si te vas a la India a hacer un curso intensivo de paciencia, a la cuarta te sale solo.
Estar sano
Solo nos acordamos de santa Bárbara cuando truena, no somos conscientes de lo bien que se está estando sano, sin que te duela nada, la espalda, estés constipado o tengas cualquier cosilla. Solo cuando estamos enfermos es cuando nos ponemos dramas y no valoramos lo feliz que nos hace estar sanos. Para estar sano es importante leer (comer y hacer) cualquier cosa con el hashtag: #habitosdevidasaludables te habrás hartado de oír al médico suplicarte: camina media hora, reduce la ingesta de grasas animales, cero grasas saturadas, incrementa el consumo de verduras… pero tenemos la misma actitud que cuando nuestra madre nos decía: «Ponte una rebeca que hace frío«, y tú: bah que no!
No solo agradece estar sano sino pon todos lo medios para que esto sea así.
4 palabras mágicas: Hábitos de vida saludables.
Viajar
Trabajo para viajar, para y por las vacaciones, y si no tuviera trabajo sería vagabunda de esas que cogen trenes y duermen en la playa. Lloro un poco internamente cada vez que alguien me dice que como en España no se vive en ningún sitio y que es poco patrio gastar el dinero fuera del país… en fin, España es un país muy afortunado tenemos dos cosas maravillosas el clima y la dieta mediterránea, pero fuera hay más, cosas increíbles, culturas diferentes, filosofías alternativas, formas distintas de entender la vida.
Yo no me quedaría en casa pensando que es cojonuda juzgando el exterior por lo que me cuentan los demás… Haz la maleta y tu lista de 5 sitios que ver antes de morir.
Aceptarte como eres
Ahora con casi 40 años miro mis fotos de hace 20 y me veo lozana, alta, guapa y delgada… y cuando mi marido me oye expresarlo en alto me dice: “pues ahí te veías gorda…”.
Esto es así nunca nos vemos bien, nunca nos aceptamos tal y como somos con nuestra celulitis y nuestras estrías, con nuestro ojo caído o nuestras cejas rebeldes, con nuestro pelo indomable o nuestro lacio alisado… siempre estamos mini-mutilándonos, nunca contentos… Que decir… que a mi me llegó un día en el que aparcas toda esa mierda y piensas ¿Estoy sana? pues ya recuperaré el abdomen cuando tenga tiempo, mientras tanto en este pequeño impasse de 3-5 años a lo mejor me tengo que comprar una talla más y usar esas sudaderas oversize tan de moda, y ser más feliz en la holgura.
El dinero
Personalmente creo que él que dijo que el dinero no da la felicidad, iba más por la filosofía de que no puedes comprar el amor de los tuyos que por la idea de que una posición desahogada económicamente no da la felicidad; da mucha mucha mucha paz mental. Y no digo de ser inmensamente rico, hablo de tener para tus cositas.
En una ocasión mi padre me dijo que los problemas que podían arreglarse con dinero no eran problemas, y es una de sus mejores frases, el hombre tiene muchas, pero esa frase me gusta especialmente.
Nunca viene bien que se te rompa el lavaplatos, el aparato de aire acondicionado, te roben la cámara de fotos y el móvil, toooodo eso me pasó a mi hace poco, pero te das cuenta de que puedes pasar sin móvil 15 días (porque te lo roban en país extranjero), que para comprarte el lavaplatos está el blackfriday y que para lo demás se han inventado los pagos aplazados y las tarjetas de crédito. Estas mas achuchado pagando unas letras un tiempo y ya está…
Ser feliz con lo que tienes, y saber que lo que tienes te hace feliz… si eres mileurista y te hace feliz vestir de Prada… mal vamos. No digo que te conformes, pero si que valores lo que tienes.
Tu círculo íntimo
Se puede vivir sin familia y sin amigos pero más bien sólo se sobrevive. El ser humano es un ser social y nacemos queriendo impresionar y agradar a nuestros padres ya escrito en nuestros genes, y esa necesidad (que no deseo) solo se atenúa un poco en la madurez.
Yo te recomiendo un núcleo duro más bien pequeño y manejable, del que puedas cuidar, que el que mucho abarca poco aprieta… A mi ya me cuesta acordarme de los nombres de los hijos de mis amigos…
Estar con ellos y cerca de ellos me hace sentir feliz, saber de sus problemas, compartir consejos, ser escuchado y protegido. Creo que una sensación de manada muy primitiva y muy tranquilizante, que te recomiendo que te esfuerces por conservar, si tienes la suerte de tener.
La libertad
La libertad es un concepto tan etéreo como peligroso, se hacen tantas barbaridades en nombre de la libertad, se someten a tantas personas para la libertad de otros, hay tantas personas libres que se sienten prisioneras…
Para mi la libertad como todo es individual de cada uno… yo me siento libre de dejar mi trabajo y buscarme otra cosa, de divorciarme si no estoy a gusto, me siento libre de viajar a donde quiera, me siento libre de opinar, de dar consejos, de escuchar cuando me importa y de ignorar lo que no… ¿Te sientes libre?
Espero que os haya gustado mi decálogo de la felicidad y en el test que os hagáis os salga un 10/10 y seáis sobresalientemente felices!
Feliz Gin tonic!
Ricky
Sublime!!!!!?
MNG
🙂