Parece que soy despistada pero es que soy selectiva. El 80% de las conversaciones me parecen por lo general una pérdida de tiempo, así que suelo aburrirme con frecuencia en sociedad.
Si no me interesa, se me olvida y como si no hubiera tenido esa conversación. También me ocurre si me lo repites mucho, es como si me dijeras subliminalmente: «Te lo voy a repetir una tonelada de veces así que puedes ponerte a pensar en otra cosa que ya estoy yo para recordártelo las siguientes 500 veces«.
Pero hay veces que en un fin de semana, en una conversación 100 veces interrumpida por 4 bebes mellizos (emparejados a pares) sacas oro puro existencial.
Y vuelves a tu casa pensando en lo cojonudos que son tus amigos, es más, te congratulas enormemente por haber hallado en tu camino tan magno y a la vez pequeño circulo íntimo de amistades, tan variopinto como un collage de primero de parvulitos.
Tengo amigos financieros, informáticos, biólogos, arquitectos, ingenieros, abogados, físicos, químicos, fotógrafos, fisioterapeutas, veterinarios …
Lo de la crisis de los 40, es de libro. Verdaderamente no eres consciente de la comedura de tarro que comienzas al soplar las velitas de la tarta, empiezas a pensar en tu futuro, pero en ese en el que ya no trabajas, en el futuro en el que tus hijas son mayores (cuando apenas hace un año les quitaste los pañales) y se van (pero si acabas de tenerlas!), empiezas a mirar los ahorros (si los tienes), las cuotas de la hipoteca que te quedan por pagar y a mirar la vida de los demás, evaluando como están a tu modo de ver la vida. Y vas y te das cuenta de que les miras con admiración.
Directo al grano
Tengo un amigo que ha reflotado (y nunca mejor dicho) el negocio familiar
Y reinventado a sí mismo, trabajando en algo que no tienen nada que ver con lo suyo. El solito, con sus grandes y veganas manos, lija, pinta, arregla y prepara los patines de agua que se deslizan a pedalada limpia por el Lago Sanabria.
Fuimos a visitarlos a finales de verano antes de irnos a Finlandia y nos volvimos con la firme promesa de pasar una semana en Sanabria el próximo verano disfrutando del bosque, del lago y por supuesto de ellos.
De entre todas las anécdotas que medio puedes compartir (teniendo en cuenta que ellos también son padres gemelares), nos narró como para poder mantener su negocio tiene que cuidar él mismo de la playa artificial del lago con permiso del ayuntamiento. Tal vez sea de lo más normal del mundo pero yo me quedé ojiplática. Una playa, una playa enterita, una cómoda, granulada y amplia playa. Tal cual.
Como toda familia gemelar general funcionan como un equipo de operaciones especiales de alto rendimiento. Sin el compromiso de ambos su proyecto simplemente no podría funcionar.
Volviendo a la playa… Sólo te acuerdas de Santa Bárbara cuando truena ¿A que si? como yo… yo llego a la playa hay dos planteamientos posibles:
- Digo: «Haaaaaaala que maravilla! que sol! que agua! que arena!» y planto el pandero y a hacer castillos.
- Digo: «Joder que asco! todo lleno de basura! aquí no limpian o que?! se podían meter las colillas de cigarro por el culo! que cerdos!» y así infinito.
Hay muchas cosas que damos por hecho, que exigimos que estén bien, sin darnos cuenta del cariño y cuidado que a veces llevan detrás.
Mi recuerdo infantil de las playas pluviales no es muy positivo, supongo porque de pequeña me movía por los pantanos de Madrid, de orillas fangosas e infestados de avispas.
Sanabria tiene otro punto… el agua del lago estaba simplemente perfecta, bañarse o recorrer sus aguas con patín y/o kayak es de lo mejor que he hecho este verano y mis hijas opinan igual.
Los fans de cuarto milenio también tienen cabida y pueden asomarse a sus negras aguas buscando alguna de las 144 víctimas de la famosa catástrofe de Ribadelago… Mi momento histórico favorito: Franco indultó a los responsables, hizo palmar cárcel al encargado de obra e indemnizó a las familias supervivientes con 90 mil pesetas por hombre, 60 mil por mujer y 25 mil por niño, chupate esa Teresa.
Si planeas una visita por la zona no dejes de visitarlos de mayo a septiembre, y deja entrar sus atardeceres en tus retinas.
Tengo un amigo que ha adelgazado 30 kilos
Ponerse a dieta no es sencillo, la vida, la sociedad y la vida en sociedad no te lo ponen fácil. Siempre hay un cumpleaños con cruasanes, una celebración, una boda, una despedida, una comida, una cena. Conseguir tu peso objetivo, tener la suerte de que esa dieta funcione y te mantenga a futuro… es una SUERTE.
Hay quien cuando se pone nervioso se le cierra en estómago y se queda como una momia, y quien engorda 23 kilos tomando agua… Los cuerpos son jodidos, los metabolismos especialitos y las tentaciones múltiples y muy variadas.
Pero salir del círculo vicioso, mirar hacia delante y decidir que ya está bien y decidir cuidarse. Es para estar muy orgulloso.
Tengo un amigo que ha dejado atrás una tóxica relación
A veces no te das cuenta de por donde estas pasando hasta que lo miras con perspectiva, y se te han pasado 20 años al lado de un gilipollas que te ha robado el tiempo y las ganas de aventura, nunca es tarde. Repito: nunca es tarde. Te lías la manta a la cabeza y dices: «hasta aquí, no soy feliz contigo, y puedo serlo» y vas y lo haces y es digno de aplauso.
Tengo una amiga que hizo todo lo posible por salvar su carrera profesional
Cuando después de un periodo (por el que muchas hemos pasado) de no me quedo embarazada supo que lo estaba, su gran templanza la hizo dar el 200% en el trabajo demostrando que la condición de su útero no la incapacitaba, estar embarazada, no la hacía una invalida ni menoscababa sus facultades cognitivas para desarrollar su trabajo exactamente igual que siempre, cosa muchos y MUCHAS pusieron en duda tras la noticia.
Ella siempre sobre seguro, prefirió dar de si a lo bestia para dejar clarísimo el standard. Tras el parto y la vuelta al trabajo, allí la estaban todos esperando con recelo: se irá pronto, se cogerá vacaciones escolares, se pillará todos los puentes, vendrá pidiendo los permisos y dando excusas para citas médicas… a ver como viene. Como si la maternidad le hubiera convertido en otra cosa.
Se tiró dos años haciendo malabares, entrando pronto, saliendo tarde, dirigiendo proyectos, añadiendo divisiones bajo su ala, comiendo en un suspiro y tirando de abuelos. El coste físico pesaba, el cargo de conciencia también, pero le gusta su trabajo, le gusta lo que había ido consiguiendo a lo largo de los años. Y pensando que había demostrado con creces que puede ser jefa y madre, tiene un segundo hijo.
Pidió teletrabajar unos meses tras el permiso de maternidad, opción que con su primer jefe hombre le habían concedido, pero con el segundo hijo y JEFA nueva, le fue denegada con una amplia sonrisa de: ¡menudas cosas tienes!
Tras la negativa de teletrabajo, al igual yo que después de mi maternidad, planteo a sus responsable cumplir con su horario, yo tuve suerte, ella no. Las cosas empezaron a ponerse tensas, miedo al despido, a represalias, sus movimientos se estaban entendiendo como una falta de compromiso.Y ojo que solo pidió cumplir con el horario, nada de reducirse la jornada, cumplir el horario, dejando claro que si en algún momento había una punta podría quedarse mas tiempo reorganizando a su familia … pero empezó a ver como las reuniones se ponían a las 6, a las 7, las 10… Su JEFA le estaba creando una punta de trabajo constante… Y se sentó en su sofá una tarde y se hizo el seppuku profesional.
Las frases de su jefa resonaban en su cabeza, una mujer también con hijos pequeños:
Para llegar a los puestos de los hombres, tenía que ser como los hombres…
Mi amiga hizo todo lo posible, se esforzó, sacrifico su salud, pidió ayuda a su familia, pero al final del todo y oliéndose lo peor tras la vuelta de su segunda maternidad decidió blindarse el contrato reduciéndose una hora, semanas después la despojaron de su cargo y responsabilidades, reasignándola en un lugar que consideraban más acorde a su nueva condición de madre.
Mi amiga respiró profundo, la vida es corta y el trabajo, trabajo.
En mi opinión, a veces se gana no perdiendo. Es una mierda todo… Sí
Y con respecto a esa JEFA. Hay un puesto especial en el infierno para ella, una bonita silla de oficina de cuero y pinchos, mientras sujeta a lo naranja mecánica es obligada a repetir esas pútridas palabras una y otra vez. Ser mezquino, espero que encuentre en su camino el mismo desprecio y la misma discriminación que siembra.
Tengo un amigo que se ha reinventado (laboralmente)
Le han despedido, pero eso no es impedimento para hacer una buena reflexión sobre la vida y llegar a la conclusión de que menuda perdida de tiempo la universidad y su gestión del talento, pasas 6 años de tu vida entre becas de mierda y trabajos temporales administrativos que nada tienen que ver con lo que has estudiado, das con contratos que se renuevan cada dos años vinculados a fondos de la UE para la investigación, la crisis azota, el grifo se corta y te encuentras en la calle. Tienes dos opciones, comprarte la PlayStation 75 y criar pelusa o ponerte a pensar si hay algo que te gusta y lo más importante: que dé dinero.
Te pones una meta, dos años, lo que dura el paro, y comienzas a volar solo. Te llaman de otro trabajo esta vez te ofrecen un contrato indefinido, la misma mierda pero en fijo, y dices: que-NO. Y te sorprendes a ti mismo por apostar por una idea fresca y divertida que te mantiene no solo económicamente sino que te motiva y hace que puedas conciliar mejor tu vida personal y laboral.
Todos estos cambios, decisiones, pasos al frente en definitiva, me hacen sentir muy orgullosa de mi gente.
Tus amigos están pasando por muchos procesos, duelos, proyectos, cambios, fases oscuras y momentos alegres, deja a un lado las envidias genéticas y escúchalos, hay mucho que aprender, si te gusta ese trocito de vida que tienen, pregúntales cómo lo han conseguido, qué han tenido que sacrificar o cómo han podido llegar a conseguir eso que te deja ojiplática. Nada es fácil, las cosas no ocurren gracias a la magia, suerte u horóscopo favorable.
Los niños aprenden por imitación ¿Por qué tu no?
Pégate a la gente que consideras exitosa. La gente triste y con problemas permanentes solo te reportará tristeza y malestar (¡ojo que todos pasamos por baches!) pero ya sabes a lo que me refiero, a poner límites a aquellas personas que para ti son tóxicas y dejarte iluminar por aquellas a las que admiras.
Busca a ese amigo e invítale al Gin Tonic que se merece. Feliz semana!
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