Directo al grano
Enfréntate a lo desconocido: Volar con bebés.
A menudo las personas dejamos de hacer las cosas porque nos da miedo o anticipamos que vamos a fracasar. ERROR. Yo me he chupado 10 años de vuelos transoceánicos con todo tipo de bebés e infantes llorando así que ahora es mi turno.
Con esto no quiero decir que sea mi momento “venganza” y que propongo un que les jodan todos y se aguanten, o como hacen los americanos que dan una bolsita con regalos a las dos filas de delante y a las dos filas de atrás pidiendo perdón de antemano… No, yo digo que te lances a ver si sobrevives. ¿Y sabes qué? Sobrevives.
Unos vuelos son mejores que otros y las personas que te tocan al lado también, pero siempre aprendes algo y te curtes, y te superas, y te sale todo tan bien que deberías de poder escuchar aplausos.
Por eso mi consejo es lánzate y hazlo y luego ya veremos sobre la marcha, puedes tener una malva de bebé que se transforma en el increíble Hulk en un avión o puedes ser madre de la niña del exorcista y es subirse a un avión y sobarse.
Puede que tras aterrizar bajes y beses el suelo como los papas mientras juras como Escarlata O’Hara que no volverás jamás a coger un vuelo o puede que no, en fin no sabes como va a ir, tu móntate en el avión y descúbrelo.
Empieza un proceso de duelo viajero: 5 cosas que ya no vas a volver a hacer si vuelas con bebés
- Leer un libro tranquilamente
- Ver una película tranquilamente
- Tomarte la cerveza y los cacahuetes tranquilamente
- Dormir tranquilamente
- Facturar y recoger las maletas tranquilamente
Zonas infantiles en aeropuertos internacionales
Aprovecha las zonas infantiles antes del vuelo. Objetivo: cansarlos para que duerman.
Este ti@ ha hecho una tesis doctoral sobre las mismas que podéis ver aqui.
Nosotros por nuestra parte podemos constatar que la zona infantil del aeropuerto de barajas de la terminal 1 entre las puertas C45 – C48, está fenomenal.
Dinámica del vuelo con bebés
De los cero años a los dos no es obligatorio que paguen billete, solo pagan tasas que suelen rondar los 30 euros.
En el caso de gemelos menores de dos años, cada adulto vuela con un bebé encima, generalmente en ventanilla y en filas separadas, esto es por el tema de las mascarillas de oxígeno, esas que si se descuelgan por error te aterrorizan y empiezas a rezar a Buda, a Jesús, a Alá y Tom Jones; pues ésas, no sé si todas las filas tienen 4 mascarillas, pero el caso es que cuando reservas el asiento y dices que vas con dos bebés por lo general te pre-asignan unos asientos determinados, así que olvídate de ir con tu pareja en la misma fila, y no pasa nada, lo más óptimo para nosotros es ir uno delante y otro detrás, así nos podemos pasar biberones y juguetes más fácilmente entre nosotros sin depender ni incordiar al resto del pasaje. Esto también se aprende.
Experiencia en el aire con bebés, trayectos y horas de vuelo
Antes de saltar el charco, ya habíamos hecho vuelos de unas 3 horas y media más otra escala de otra hora de vuelo (primer viaje a Creta cuando tenían 6 meses)
Y ese vuelo que más o menos entre despegue y aterrizaje puede pasarsete rápido, no es comparable a volar 10 horas con un bebé de dos años y medio.
Cada viaje es diferente, cada vuelo distinto
Cada etapa del bebé es diferente y sus necesidades también, cuando no camina es estupendo porque entre que la comida la llevamos incorporada y lo único que pide en esta vida es poder estar en tus brazos, el vuelo solo puede estropearse si no gestionas bien el tema de la diferencia de presión que puede producirle dolor de oídos o gases.
También hay que prestar especial atención si vais a volar estando un poco enfermos, yo recomiendo una visita rápida al pediatra para comentar que vais a volar, nosotros por ejemplo subimos a un avión teniendo una de mis hijas una pequeña infección de oído, y aunque no tenía fiebre el médico nos recomendó una dosis de ibuprofeno para que los oídos no estuvieran obstruidos y pudieran compensar bien.
Durante el despegue
Dar el biberón, bostezar, chillar y llorar, cualquier cosa que signifique tener abierta la boca puede ayudar a tu bebé a que compense la diferencia de presión de la cabina, tanto en el aterrizaje como en el despegue.
No es casualidad que oigáis llorar a muchos bebés durante esos momentos y lloran únicamente despegando o aterrizando, ellos saben, así que relájate y déjalo, arrúllale y háblale tranquilamente hasta que se calme, no te angusties, nadie se va a morir por que tu hijo llore 15 minutos.
El vuelo
Por regla general cuando son chiquititos entre 0 y año y medio, nada más despegar se duermen, ten en cuenta que el avión hace un ruido tremendo, parecido al ruido blanco que tanto les gusta, les tranquiliza y les adormece, así que si tienes suerte irás con tu bebé en brazos sin moverse un ápice y a ti se te engangrenará el brazo, no pasa nada la sangre vuelve, te lo digo yo.
Para mi la peor etapa es la del gateo (+8 meses), cuando ya no quieren estar en brazos sino en el suelo cogiendo cualquier cosa. Es un poco infierno, ver como quieren desaparecer debajo de los asientos delanteros o traseros, en esta situación ayuda volar en la parte trasera del avión en vuelos no muy llenos que suelen ser en días entre semana, las azafatas siempre echan una mano cuando ven bebés que están dando sus primeros pasitos. Los bebés se debaten entre las ganas de explorar y el miedo a la gente, por lo que te pedirán que vayas con ellos de paseo, generalmente la gente es bastante abierta a que un bebé torpón les toque el brazo y les sonría en su vigésimo paseo por el pasillo del avión.
Los juguetes
Cuando pasamos la barrera de los dos años la cosa cambia y ya hay que ser el hombre orquesta, ya no te vale llevar dos sonajeros, un mordedor y su peluche favorito, ahora tienes que tener preparado una batería de juegos, aplicaciones y novedades a cada cual más alucinante y trepidante.
Por ejemplo, a la ida a Miami de las 10 horas que duró el vuelo fuimos despiertos 8, de las cuales verdaderamente infernal solo el rato de las comidas porque hay elementos que pueden derramarse, ese rato al final es una hora porque tardan en recoger los bartulos y que tengas bebes no es prioritario para ellos. A mis hijas en ese momento les dio por jugar entre ellas a empujarse. Fue duro y lo pasé verdaderamente mal.
El resto de viaje con ellas jugando, no hay momento para relajarse y comerse los cacahuetes, no puedes tomarte un vino viendo La la land… estás con ellas, jugando, hablando, charlando y cantando bajito.
Nuevas compras y aplicaciones
Todo tiene un límite sobre todo tu paciencia y lo que no parece tenerlo es su capacidad de aburrimiento. La primera sorpresa que sacamos cuando la cosa se empezó a poner chunga fueron las aplicaciones del ipad. Tres en concreto a cada cual más chuli:
- Dar de comer al monstruo toca kitchen y toca kitchen 2
- Pintar animalitos
- Cuentos: Buenas noches circo, Buenas noches granja y mini zoo. (Todas las aplicaciones de Fox & Sheep son una monada, de pago, pero una monada).
Las aplicaciones tienen zonas capadas y ellas saben perfectamente cómo salir cuando se meten, sin traumas porque no haya el color que han pinchado, o no este habilitado un monstruo más original u otro animalito de la granja. Entre que aprenden usar la aplicación y la van descubriendo tienes otro rato largo, que son dos tres horas y puede que no seguidas, ellos combinan descubrir el menú de la pantalla del asiento, con los videos de youtube, con las aplicaciones, con los paseos…
Cuando se cansan, les amenazas con bajarte del avión en pleno vuelo (se quedaron como malvas, debe ser que me deben de ver capaz), un poco de leche y galletas y a crear otra vez expectativas, les dices que si se portan bien hay una sorpresa y tal… al rato sacar dos pizarras de la patrulla canina. Un éxito, vienen con unos imanes con formas para dibujar, otra hora de risas.
Los paseos
Cuando ya no hay más fuerzas y tienes que estirar las patas haces una visita a las azafatas, no me quedo corta si digo que cerca de hora y media la pasas de pie paseando, cambiando pañales y pidiendo zumo. También se cansan de estar sentadas, teniendo en cuenta que no aguantan ni 10 minutos viendo los dibujos animados, imagínate el reto de que pasen 8 horas sentadas en un asiento a tu lado.
Las siestas
Como decía al principio de este post, el ruido del avión las amodorra así que aprovecha para descansar tú también cuando ellas se duerman. No hay una zona perfecta, volar en la parte trasera del avión tiene menos ruido aunque más trasiego de gente por estar cerca de donde las azafatas dejan los básicos por si tienes hambre o sed durante las horas en las que el avión va “durmiendo”. Nosotros volamos de la mitad hacia atrás en los asientos centrales de 4. Adulto, bebé, bebé, adulto. Si deciden dormirse, lo más probable es que cada uno se acurruque hacia un adulto y puedas hacer un tetris con sus piernas.
En un avión en las que las 10 horas de vuelo son durante el día o durante la parte del día donde ellas no duermen o solo echan siestas, no esperes otra cosa, si se echan 45 minutos normalmente de siesta aquí no va a ser diferente. Aprovecha el rato que te dejen. Si por el contrario te pasa como a mi que el vuelo de vuelta de Miami sale a las 23:00, las siete horas y media de vuelo las hacen dormidas, todas enteras, y tu puedes descansar.
6 consejos básicos para sobrevivir a un vuelo con bebés de dos años
- En la medida de lo posible elige vuelo nocturnos
- Sitúate en los asientos centrales de 4
- No hay partes perfectas para volar, sitúate a una distancia prudencial de los baños
- Lleva siempre contigo cosas que les calman y tranquilizan, juguetes preferidos, biberones…
- Lleva siempre cosas nuevas que les distraigan sobre todo si tienen que aprender a usarlas.
- Pide ayuda si la necesitas, es mejor que te ayude un pasajero que no liarla más.
Y dicho esto… A volar mis valientes!!!
¡Feliz Gin & Tonic!
¡Mucho más en mi Instagram!
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