Aún sintiendo miedo por las interpretaciones que el título pueda dar y que penséis que estoy haciendo un llamamiento a las armas, creo que como siempre, voy a meter mis miedos en una cajita y me lo voy a guardar en lo profundo de mi colon. Allá voy.
Mi marido y yo siempre hemos querido terminar con nuestros huesos fuera de España ya sea por jubilación o por trabajo. Nada de irnos a Londres a mejorar el inglés, hablamos más de irnos a Bali a mejorar el moreno.
Una de las (múltiples) cosas que me rondan la cabeza desde que soy madre es que mis dos hijas sepan defenderse, física y emocionalmente de todo y de todos.
Y esta preocupación viene y se va, siempre que hay un acontecimiento nuevo o un proyecto… La entrada en el colegio…Campamentos…Primos mayores… Un cambio de pais… Un cambio de cultura… Un cambio de vida… ¿Sabrán defenderse?
Directo al grano
Extraescolares para niñas: Judo
El año que viene con 5 años tendrán por primera vez la oportunidad de apuntarse a judo. Espero de verdad que digan que sí. Creo que la defensa personal es algo que debería de enseñarse y pasar de padres a hijos como la receta de los bitoques. A lo Miyagi.
Saber defenderse, no agachar la mirada, no dar a tu agresor ni el beneficio de la duda, evitar un bofetón como un resorte. Evitar la violencia sabiendo un arte marcial. ¿Soy Naive?¿Agresiva?¿Apocalíptica?. Hay una frase que me gusta mucho:
Tener ejércitos por la paz es como follar por la virginidad
Me encanta, pero lejos de lo obvio, y metiéndola en valor absoluto, tiene mucha miguilla la frase.
Es absurdo evitar la violencia enseñando a pegar. El objetivo debería ser Educar en el respeto y en amar al prójimo, pero mientras ese punto utópico de igualdad y respeto llega… ¿Qué tal aprender bloquear un golpe sabiendo darlo?.
Yo no sé defenderme físicamente pero sí verbalmente. He visto demasiadas veces representada la frase “perro ladrador poco mordedor” y como personas que solo ladran y ladran, callan en cuanto ven el desprecio de tu mirada, o escuchan tus afiladas palabras.
Todo está en la postura, en el lenguaje verbal y en el no verbal, un buen corte a tiempo, una apertura de ojos y un toque en el antebrazo acompañado de un “te estas montando una película de oscar” o “ahí te quedas con tus mierdas”, son mano de santo.
Es como si las personas necesitáramos límites, como si de alguna manera necesitamos saber hasta dónde podemos llegar con otros seres humanos; qué son capaces de aguantar, el: “hasta ahí”, no pinches más que sangra.
¿Cómo podemos educar a nuestros hijos de forma que sepan poner libremente límites a los demás?
Esa pregunta me taladra.
Cuántas veces has vuelto a casa y has estado dando vueltas a una conversación con el: «tenía que haberle dicho…» ¿Qué nos falta a nuestra generación? ¿Es carácter?
A discutir se aprende, a debatir y a argumentar también, de mi quinta pocos afortunados tenían clase de debate en sus colegios. La gran mayoría estamos acostumbrados a recibir desde la que estaba en la tarima, asumiendo que el flujo de conocimiento y verdad viene siempre del que tenemos enfrente y nunca desde nosotros mismos.
De esos barros estos lodos. Cuando desde pequeños te enseñan a que la razón y la verdad la tiene el de enfrente y tu la apuntas en un papel, y no hay lugar al debate… La autoestima no se desarrolla, las dudas te comen, las preguntas te avergüenzan y te sientes inferior.
No es que tengas que enfrentarte a grandes dilemas en el día a día pero hay otros momentos en donde temas más serios, te envuelven en un halo de tristeza porque lo que tenías que haber dicho era que NO…
¿Cómo aprendemos a decir que no? ¿Cómo enseñamos a nuestras hijas a decir que no?, ¿Cómo fortalecemos la autoestima de nuestras niñas por encima de medidas, tallas, instagramers?… ¿Cómo les explico la tasa rosa?
Enseñar que puede dar besos a quien le salga de los ovarios
Me parece fenomenal que se acerque la mitad de los abuelitos del mercado de abastos a saludar a la ricura de mi hija, pero mi hija no es un poquito tímida por no querer repartir besos como la ganadora de Miss Simpatía Desmedida, las mujeres no nacemos para ser simpáticas y cariñosas, ni para demostrar al mundo amabilidad infinita y sin razón. Mis hijas hacen muy requetebien en no saludar ni compartir algo tan íntimo y cercano como un beso con un extraño.
Apoyar el que puede vestirse como le dé la gana
Mi hija lleva calzoncillos, y en el cuarto de baño comunitario del cole le dijo a una compañera que se pondría braguitas cuando hubiera braguitas de batman, que solo había de frozen y a ella eso no le gustaba.
Jamás digo a mis hijas que son preciosas porque llevan un vestido, lo cambio por un: “mola, me gusta como te queda”.
Ni rosa ni azul, que cansino es entrar en las grandes superficies de ropa tipo HyM y ver Frozen a la derecha y dinosaurios a la izquierda… ¡Es absurdo! Pero he tenido que tener hijas para darme cuenta, y concretamente una muy fan de spiderman desde los 3 años.
Enseñar que puede y debe expresar libremente su opinión
Y puede producir risa, enfado, lloros y confusión, pero puedes expresarla libremente. Cada uno es libre de decir y hacer, y de asumir sus consecuencias.
Trabajar en su autoestima desde tu autoestima
Desde la tuya propia hasta la suya. Ellas no se querrán si no ven como se quiere su madre a si misma. La autoestima forja de forma individual, estudiando, aprendiendo, ejercitando, descubriendo, discutiendo… y todo lo que lleve “ando” o “endo”.
«Querer es Poder» está obsoleta ahora Saber te dá Poder.
Enseñar a hacer piña: buscar apoyo en otras mujeres
Las mujeres tenemos el deber moral de apoyarnos.
Verse reflejado uno mismo en sus hijos es algo tremendo, ver formas de ser geneticamente puras, sin que haya habido ningún tipo de educación ni hábito, saber que hay una mínima posibilidad de que por ser como tú repita tus mismos errores y encuentre la misma piedra enorme puesta por hombres y por mujeres.
Madeleine Albright:
«Hay un lugar reservado en el infierno para aquellas mujeres que no se apoyan entre ellas»
Cada vez que menosprecias a un mujer que se ha reducido la jornada para cuidar de sus hijos, cada vez que ves bien que se promocione a un hombre en vez de a una mujer porque son menos emocionales, cada vez que te sorprendes al ver a una mujer conduciendo un taxi o un autobús, cada vez que le dices a tu hija que no se apunte a fútbol que es de chicos (o no dejas a tu hijo apuntarse a ballet porque es de chicas), cada vez que tu cerebro se divide en rosa y en azul, cada vez que haces distinciones.
Apoyar el todos juntos, chicos y chicas
Mujeres y hombres, niños y niñas, implicados juntos desde el momento cero. No hay un grupo rosa y otro azul, no hay actividades sexadas, hay una masa diversificada e informe, de diferentes colores y varios tamaños. Ningún grupo se tiene que ver amenazado por otro, no se compite, estamos todos implicados.
Enseñar a pensar individualmente dentro de la colectividad es un reto y de los gordos, potenciar la autoestima sin que tu hijo o hija se crea mejor que los demás no es tema fácil.
Enseñar ver cómo y cuando te están discriminando
La discriminación es algo que tenemos tan metido en nuestros genes… enseñar a ver cuando les están discriminando cuando ni tú eres consciente a otros niveles porque lo asumes como normal. Abrir los ojos y empezar a replantearte los modus operandi para que tus hijas vean todas las situaciones desde una perspectiva crítica.
¿Cómo enseñamos a nuestras hijas que están siendo discriminadas?
Hablando, pasando tiempo con ellas, escuchándoles, guiándoles y aconsejándoles. Si no pasas tiempo con ellas, su modelo de referencia, su pilar se desplaza hacia cualquier otra persona de su entorno… ¿Abuelos? ¿Maestros? ¿Cuidadores?
Escucho conversaciones entre cuidadoras de niños y niñas camino de sus colegios, conversaciones importantes sobre temas importantes… ¿Se lo habrán contado también a sus padres? ¿Dará la cuidadora el consejo que esos niños y niñas necesitan oír? ¿O le quitarán hierro porque en su país las cosas están mucho más jodidas en comparación a que un niño le haya tirado del tirante del sujetador?
No tienes tiempo para llevar a tus hijos al colegio ¿No? ¿Por qué? ¿Porque es así? ¿Porque siempre ha sido así? Porque las facturas no se pagan solas… ¿No hay más soluciones?
Hay tanto por hacer, tantas conversaciones que tener, tanto de que hablar y todo lo demás te roba tanto tiempo y tanta energía…
Se necesita un cambio tan grande a todos los niveles que hasta que vea mujeres en puestos de poder sin actuar como hombres o sin renunciar a tener hijos o a la cuarentena o a vivir en pareja, apuntaré a mis hijas a taekwondo si es lo que ellas quieren…
Porque el mundo es y será de quienes saben lo que quieren
Y otro día hablamos de La Tasa Rosa
Feliz Gin&Tonic!
Vivirdelujo
Buenos días!
Estoy totalmente de acuerdo con tus palabras y tengo que añadir algo más. Veo que últimamente se está dando mucha importancia a la educación de las niñas, a los valores, la autoestima y demás para las niñas lo cual siendo mujer lógicamente suscribo. Pero creo que tenemos que darle la misma importancia al otro 50%, a los niños. No veo tanto en redes sociales sobre niños lo cual siendo madre de varones me indigna un poco. También hay que educar en valores, autoestima y respeto a los niños, si no no hacemos nada. Hasta ahora se ha educado a los niños en que tienen que ser los más fuertes, los más valientes y que no se llora. No, no y no. Hoy día con mis niños pequeños ya veo que se da importancia para ser aceptado en el grupo quién demuestra ser más fuerte aunque suponga pegar, quién es el más valiente aunque suponga hablar mal en clase para que los demás compañeros se rían y te acepten. Esto también hay que trabajarlo para que podamos tener una sociedad mejor y unos niños y niñas con mucha autoestima, muchos valores y muy felices.