Mis antecedentes son claros, vengo del gato, esos seres de luz que duermen 20 horas, pillé práctica en la adolescencia cuando me despertaba a la hora de comer, me apretaba la paella de mamá y me echaba la siesta de pijama y persiana para luego sorprenderme resucitando a las 8 p.m. preguntándome donde se había ido mi domingo. Mi única preocupación es que estuvieran limpios mis vaqueros favoritos y para nada me trastornaba el sueño. Era feliz y no lo sabía.
Prepandémicamente hablando, tan exagerado no, pero duermo mucho, soy un ser muy durmiente, las preocupaciones nunca me han quitado el sueño, tengo la suerte de que si mis niñas gritan: ¡Papáááááá! Mi cerebro no se despierta… No me llaman a mí… Pues no me conecto a la vida…
Y entonces llegó el gran encierro pandémico de Marzo de 2020.
Comencé a no poder conciliar el sueño, a dar vueltas, yo que soy de las que se duermen contando el cuento y mis hijas y me dan codazo a ver si ya que he empezado lo termino… Y de pronto estoy dando vueltas en la cama, cansada, esa sensación de ojo pesado, mentalmente inoperativa, sin ganas de levantarme a hacer nada, pero sin poder perder el conocimiento como lo solía hacer ¿Qué me pasa?
Comenzó como comienzan todas las cosas, flojito y esporádico para después arraigarse y enquistarse pareciendo que iba a ser mi nueva rutina. Pensé que podía ser el número de horas de más que dormía gracias al teletrabajo y el sedentarismo del encierro, así que intenté reducir el número de horas de sueño y meter algo de ejercicio físico, estaba convencida de que el hecho de que todos mis movimientos diarios fueran ir de una habitación a otra dentro de mi casa estaba haciendo que mi saturación fuera mental pero no física. Y mejoré, tenía días normales de esnucarme y dormir del tirón y días que me revolvía en el edredón buscando la solución definitiva a la hipótesis de Riemann.
El caso es que con esos dos pequeños cambios: reducir horas de sueño y más actividad física reduje los días en los que no conseguía conciliar rápidamente el sueño y el tema volvió a ser esporádico y eso me valía.
Comenzó la desescalada, el verano, más horas de luz, más planes, más actividad, las vacaciones… La nueva normalidad me devolvía a mis patrones de sueño habituales: la inconsciencia más profunda. Viva el sol.
Pero el verano pasa y la sombra de la segunda ola se extiende, tomo la decisión de encerrarme 4 meses e hibernar como una osa hasta la primavera, y en la actual desescalada primaveril se me vuelven a trastocar los patrones de sueño, pero esta vez de otra forma original y distinta nunca antes experimentada: voy y me despierto a las 3:30am cada noche con puntualidad británica.
Siempre he soñado un mucho, muy vívido, a veces soy consciente de que estoy soñando y controlo el sueño para que vaya por donde yo quiero sabiendo que no hay límites… Pero lo habitual es que sueñe con situaciones cotidianas, hasta el punto de no contar cosas a alguien porque pienso que ya se lo he contado pero realmente he soñado que se lo contaba. Ese es mi nivel de confundir sueños y recuerdos. Muy diver.
Y del otro lado están las pesadillas, porque claro, si sueño de normal muy vívido, mis pesadillas son nivel Resident Evil VR. Y últimamente está el tema bastante descontrolado y tengo unas pesadillas del copón.
Creo que necesito dormir tantas horas porque cerebralmente no descanso igual que la gente que sueña menos o simplemente no lo recuerda… y mi cerebro necesita más desconexión, es eso o que tiene una intención especial en acabar el sueño que se ha montado y para eso se toma sus horas.
Así que si a soñar a esos niveles, le sumamos que ahora como novedad me despierto a las 3:30am bañada en sudor, con el corazón que se me sale de la boca y sentada en la cama… como si acabara de oír llamar a la puerta al rector de mi universidad que viene para decirme que no tengo aprobada la microeconomía 2… Pues la risa.
Ya no me doy la vuelta como hacía antes a seguir sobando sin pensar demasiado en la pesadilla… el tema está en que me despierto sin aparentemente haber soñado nada… ¿Ansiedad? Sí, ansiedad mi querida amiga.
¿Y por qué me despierto siempre alrededor de las 3:30am cual pan de molde saltando de tostadora? Pues ahí está el tema.
Te juro que la sensación al despertar es como si mi cuerpo hubiera terminado de hacer algo muy chungo y me despertara para que me asegurara de que todo sigue en su sitio. Así que con ese «cuerpo» de pre-ataque de ansiedad me levanto, voy al baño, enfrío mi nuca y hago respiraciones abdominales (10), bajando así un poco los niveles… Pero ya estoy despierta.
Una persona insomne normal por lo que he leído internet se queda ahí postrada, cabreada, deprimida y despierta haciendo un repaso de todos los errores cometidos en su vida hasta quedarse dormida 30 minutos antes de que suene la alarma, yo no, yo me pierdo en futuribles infinitos, como si actualmente estuviera viviendo una etapa de la que salen 400.000 combinaciones posibles de vidas post-apocalípticas y TODAS las tengo que pensar a las 3:30am.
Y esta es mi vida ahora ¿Estaré vomitando el 2020? ¿Estará mi cerebro pandémicamente traumatizado? ¿Estaré buscando una visión de futuro que antes tenía claro y ahora no tanto? ¿Me habré pasado al patrón circadiano del búho?
La vuelta de los sueños la tengo clara, la vida de rueda de hámster del último año, hace que mi cerebro escape de alguna forma: ¿No hay novedades diarias reseñables? Sujétame el cubata.
Da igual, no soy de no hacer nada, de conformarme con esto es lo que hay, a ver pasar las noches y de estar despierta 1 hora por noche y lentamente y sin ser consciente pasar a 2, a 3, o a no llegar a dormirme y dejar que mi nueva normalidad post-pandémica sea convertirme en un zombie cabreado el resto del día… Así que pruebo cosas y… ¡Funcionan!
Directo al grano
Respiraciones abdominales para calmar la ansiedad
Esto lo aprendí hace 12 años cuando a los 30 me daban unos ataques de ansiedad que te cagas, mi psicólogo, me enseñó una pauta muy sencilla para intentar dominar el miedo que en ese momento se está apoderando de ti:
- Cambia de sitio, si te esta dando un ataque de pánico en interior sal al exterior, si te esta dando en la cama, levántate.
- Haz que tu cuerpo reaccione a cualquier otro estímulo distinto, es decir, expón tu cuerpo a algo que lo desconcierte y se desvincule del ataque de ansiedad, lo más fácil es exponerlo al frío:
- Nivel leve: Mojar tu nuca con agua helada, sumergir la cara en agua fría, abrir nevera (o congelador)
- Nivel hardcore: Salir al tendedero en diciembre… lo que se te ocurra para cortar la escalada de pánico que se está montando tu cerebro.
- Respira, la respiración abdominal es muy sencilla inhalas y exhalas por la nariz despacio pero forzando a llenar el abdomen en vez del pecho. Esta respiración «consciente» también hace que nos centremos en nosotros y tomas consciencia de ti misma desvinculándote del ataque de pánico.
No concilio el sueño, aprende a bajar el ritmo con Podcast o Cuentos para adultos para dormir
Los prefiero en inglés, no por hacerme la guai sino porque no vaya a ser que me enganche a la historia, en mi caso particular a voz mas grave mayor efecto sedante.
ASMR para relajar el cerebro
¿Qué es ASMR? Es el acrónimo de Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma y es una sensación física de cosquilleo en el cuello que se produce al escuchar susurros o ruidos repetitivos. No a todo el mundo le funciona pero a quien sí, sonidos como la lluvia, el cepillar del pelo o pasar las paginas de un libro consiguen un estado temporal de relajación suficiente para conciliar el sueño.
A veces llego a la cama y me he pillado a mí misma cuadrando excel o redactando mails mentalmente, no me jodas… hay días que pasar de 100 a 0 cuesta. Pues con el ASMR hasta luego MariCarmen en cero coma.
Elige tu estilo, en mi caso me puse uno de sushi y me tuve que levantar a comer… Pero otros son sedantes como este:
Si te relajan los cuentos o el ASMR o el podcast más aburrido del mundo yo te recomiendo que los escuches con unos auriculares muy cómodos, inalámbricos y con cancelación de sonido como estos. Mis mejores amigos últimamente.
| Sony WH1000XM4, Auriculares inalámbricos Noise Cancelling |
Repetir rutina de cama
No asocies estar despierta a estar en la cama, la noche es muy cabrona, los biorritmos están a su bola estás en un estado mental extraño porque deberías estar dormida y no lo estás… ¿Tienes hambre? Come, no estés en la cama pensando que tienes hambre y que ya se te pasará, toma conciencia, come, y repite tus rutinas de noche… ¿Ducha? ¿Limpieza de cara? ¿Estiramientos? ¿Abdominales japoneses? ¿Un poco de música relajante? ¿Meditación? Lo que sea por preparar tu cerebro para volver a dormir.
Ser temporalmente noctámbula
¿Y si no quieres dormir? ¿Y si estas bien y te encuentras bien de madrugada? ¿Y si quieres aprovecharlo porque estás sorprendentemente a tope? Yo escribo, cuando está todo oscuro, cuando no hay ruidos de nada ni de nadie, cuando estamos solo yo y mis ganas.
En el fondo ningún tiempo es perdido. Yo no considero tiempo perdido el escribir relatos que tal vez nunca publique, leer o estar dando vueltas a temas que tal vez en un futuro me ayuden a una toma de decisión más rápida simplemente por haber hecho un pequeño esbozo mental de la situación y sonreír pensando: Lo vi venir…
No sé, todos tenemos momentos de bajón en los que no queremos hacer nada y solo queremos empujar el tiempo… No te pongas mierdas que lo único que hacen es consumir tu tiempo de forma inútil, si estás muy despierta y no te vas a dormir aprovecha el tiempo en algo productivo, tú eliges el qué.
Conclusiones
No hay una solución única, yo estoy pasando por todas ellas mientras encuentro qué es lo que mejor me va… En el fondo quien mejor te conoce eres tú. De cualquier forma dormir es salud y mientras buscas la causa de lo que te quita el sueño tendrás que afrontar la fase intentando descansar de la mejor forma posible. Y si me ha poseído un súcubo preindustrial que hace que mi patrón sueño ahora sea partido, pues sacaremos partido de ello…
¡Feliz Gin & Tonic!
¡Mucho más en mi Instagram!
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