En alguna ocasión ya he comentado que si a los 35-40 no estás laboralmente donde quieres, estás frito. Es muy raro que salvo que te apellides Pantuflas de los Altos Campos venga el ascenso deseado, el proyecto querido o la meta esperada.
Por detrás viene gente con muchas ganas que todavía no ha sido torpedeada por la realidad laboral, dispuesta a asumir responsabilidades y echar horas sin cobrar por ello.
Seres humanos muy bien preparados, algunos arrastrando la lacra americana “préstamo de estudios” enganchada al bolsillo… Y luego estás tú. Demasiado perro viejo para que te la metan, con las prioridades claras, caro de despedir, un persona con experiencia y saber hacer… pero más quemado que la moto un hippie.
La generación de mis padres lleva muy dentro de los genes que con esfuerzo se consigue todo lo que quieras, generaciones como la mía estamos un poco más cansados de apretar y no sacar.
Cuando se te plantea volver a estudiar ya sea un máster o doctorado si tienes estudios superiores, o el comienzo de una carrera si no los tienes, para mi es algo titánico pero abordable.
Tendrás un fuerte sentimiento de como si cada cosa tuviese su tiempo y tú dejaste pasar el tren… te plantearás cómo te vas a poner ahora a estudiar… de donde sacar el tiempo… o cómo te vas a organizar.
Directo al grano
Tomar la decisión de volver a la Academia
Si cuentas con estudios superiores algunas de las posibilidades son:
Máster del universo
El máster (full time o part time) te da la oportunidad de mejorar en aquello que haces, de forma que al salir si te has gastado el dinero correcto en instituto correcto, tendrás una red de contactos y un apoyo de escuela que si sabes explotar convenientemente no te faltarán nunca proyectos novedosos ni de comer. Estos programas están dirigidos a determinados perfiles laborales y liderados por grandes comunicadores, que te llegan, que saben dónde tocar y con muchos años de experiencia a la espalda.
El chiringuito está muy bien montado, funciona tanto a profesorado (de dedicación exclusiva o estrella invitada) como a alumnos. Aquí no hay profesores y/o materias que no entiendes y metes horas de academia para tapar la falta de didáctica del ponente… Aquí los profes son descendientes de Aristóteles y te sacan todo lo que llevas dentro.
Elige bien la escuela, déjate la pasta indicada y sácale el máximo partido vía bolsa de trabajo, proyectos y red de contactos.
Doctorado
Yo iba de cabeza al doctorado en mis tiempos de recién licenciada, pero me quemé tanto que mandé los libros bien lejos. Las ganas de incorporarme a la vida laboral, ahorrar para irme con el entonces novio (ahora marido actual) y olvidarme de pelarme los codos, fueron más fuertes.
Si eres licenciado y te lo estás planteando para mi hacer un doctorado es abrir la puerta de lo internacional, para irte bien lejos y volver en navidad como el almendro. Si eliges esta opción procura investigar previamente la proyección internacional, las estancias en el extranjero, etc… si es lo que buscas claro…
Y ya sabes… ya que tienes estancia obligada en el extranjero, encuentras el amor con un sueco y a vivir rodeada de IKEA, en un mundo vikingo y helado.
Con graduado escolar
Si tus estudios no son superiores y quieres acceder a la universidad para hacer una carrera, primero tienes que pasar un examen parecido a la selectividad que no es más que una prueba de nivel que te dice lo preparado que estás para lo que te vendrá el los próximos cursos.
Para realizar con éxito la prueba de acceso tienes cursos preparatorios como Curso de acceso a la universidad (de la UAM).
Aunque no todo es volver a la universidad… hay pequeñas escuelas de especialización… muchas veces es buscar y buscar hasta que encuentras la opción que mejor se adapta a ti y a tus necesidades.
Cómo volver a estudiar
De cualquiera de las opciones que elijas volver a hincar los codos no es moco de pavo, tu vida de estudiante aunque la recuerdas fiestera y estresante ha quedado muy atrás, ahora tienes muchas (y nuevas) responsabilidades que has ido adquiriendo a lo largo de los años de las que es difícil desembarazarse:
- Obligaciones financieras, hipoteca,
- obligaciones familiares, hijos o personas a cargo,
- problemas físicos o de salud…
La autocompasión, la muerte de tu proyecto
Durante tu emprendimiento de proyecto habrá momentos duros en los que tu cerebro buscando parar tu sufrimiento arremeterá contra las personas de tu alrededor:
“Joder, ¿Es que no sabe por lo que estoy pasando?”
Ya te respondo yo: NO. No busques que los demás se pongan en tu lugar y comprendan por lo que estás pasando, no es que no les importen tus problemas a los demás, porque probablemente sean tus seres queridos los que te están haciendo la puñeta a tu entender… pero digamos que cada uno ve su ombligo y el que tú desaparezcas de la escena para lo que sea, afecta a sus cómodas vidas y da por culo.
Prepara a tu círculo de confianza: Información y cambio de roles
Habla, comunícate con los vivos. La gente no es adivina, tendrás que armarte de valor y paciencia, y explicar muy clarito (subrayado) que va a acontecer los próximos años: un proyecto, un máster, una carrera, un doctorado… su posible duración y tus necesidades estimadas, ya que como tu tampoco eres adivino, lo entendemos como una situación dinámica, sujeta a tus habilidades y el despertar estudiantil. Todo esto se lo tendrás que explicar a tu familia recurrentemente cada vez que sea necesario, no esperes decirlo una vez y que ya quede escrito en piedra..
Tendras que bajar al nivel de detalle, y estereotipos a parte, tendrás que explicar que no podrás atender esta u otra necesidad… cenas, lavadoras, ayuda con deberes, sacar al perro, acompañar o recoger de extraescolares, hacer la compra, visitar amigos, salir a cenar, irte de fin de semana, coger las vacaciones cuando te peta y un largo etc.
No es que te vayas a convertir en un monje del siglo IX pero estarás muy muy cerca y tu familia y amigos tienen que saber a qué te enfrentas y cuáles son tus necesidades, hablarlo abiertamente y sin miedo, verás sorprendido como te entienden y te apoyan.
Habrá quejas porque los cambios de roles siempre son convulsos familiarmente, pero verás también la increíble adaptación del ser humano y como se las ventilan sin ti, si de ti no lo pueden sacar se las buscarán por otro lado, somos gente adaptada al medio, supervivientes, ten fe.
Y lo más importante en esos momentos psicológicamente duros es:
- Descartar la culpa que te produce no atender tus cosas cómo crees que debes atenderlas y centrarte en tu proyecto.
- Saber que tiene un fin, entiendes la situación como temporal, psicológicamente le pones fecha de caducidad y eso te ayuda.
Entorno
Tendrás que crear un entorno de estudio, el salon con tus hijos viendo la tele, no es un entorno de estudio, tendrás que habilitar un rincón, aunque sea de quita y pon, con una mesa de camping… lo que sea, tuyo aislado (o no) donde te concentres bien. Estudia de antemano que necesitas para encontrarte agusto y concentrarte necesitas: ¿una ventana para descansar la vista de vez en cuando?, ¿estar aislado e insonorizado?, ¿con algo de ruido de fondo?… tendrás que hacer una lista y retrotraerte a tus tiempo de estudiante donde tenías tu chiringuito montado a tu gusto y recuperarlo en la medida de lo posible.
¿Eres diurno?
De toda la vida de dios yo me he concentrado más por las noches, pero incomprensiblemente la vida está montada para vivirla de día… así que tendrás que ver como adaptar tu nueva situación a tu vida, ¿sigues trabajando y tienes que estudiar por la noche siendo diurno?… Houston tenemos un problema. Siempre he pensado (que probablemente este confundidísima) que trabajos como el de bedel te permiten opositar al tribunal supremo… tu situación hace mucho. Y tienes que pre-pensarlo todo mucho antes de tomar la decisión, porque de ese análisis probablemente dependa el 50% del éxito de tu proyecto: contar con el apoyo de tu familia, encontrar un entorno de estudio, poder compaginar estudios y trabajo.
Enganchar un mentor
Tanto en un trabajo como en los estudios, mi consejo es busca un Miyagui: encuentra un mentor que te mentorice, alguien de quien aprender como si no hubiera mañana y a quien seguir y admirar como los patitos a su mamá.
Aprendes mil veces más de persona a persona y escuchando que después de 15.000 horas hincando los codos. Te lo digo yo, está escrito en nuestros genes desde que no había escritura y el conocimiento se transmite oralmente.
Pégate, escucha y da las gracias.
Ser becario a los 40
En cualquiera de los casos saldrás nuevo, tanto si te has alejado mucho de tu formación anterior como si mejoras la que tienes, sales como un pipiolín de 40 y muchos, a quien por mucha formación y título, tendrán que enseñar como se hacen las cosas sus compañeros o expertos en el negocio. Así que bienvenido a tu nuevo mundo y déjate querer. No hay vergüenza, eres becario a los 40, sí, y que?, lo que importa es la actitud, donde estabas estabas estancado, no? pues vamos a abrir una nueva puerta a ver lo que nos deparan los siguientes 20 años laborales.
Deja una respuesta