Ninguna parte del viaje es fea, no cansa, el paisaje no es monótono, cada parte es diferente, hay partes impresionantes y hay partes magníficas, Islandia es un país para quien disfruta del verde y para quién le relaja el sonido del agua caer. No te dejará indiferente.
Directo al grano
¿Hay mosquitos en Islandia?
No, no hay, lo que hay son unas mosquitas pequeñas que no tienen vergüenza de meterse por cualquier sitio y que en determinadas estaciones pueden ser un coñazo y para las que te venden mallas mosquitera para ponértelas en la cara como la novia cadáver.
¿A qué velocidad se conduce en Islandia?
A 90km/hr, el estrés déjatelo en la mega urbe de la que hayas salido despavorido y disfruta del paisaje, por mucho 4×4 que lleves las carreteras son sencillas, algunas de grava… ¿Dónde vas Carlos Sainz? Afloja, para, haz fotos, sigue.
¿Qué llevar a Islandia?: Temperaturas y la gestión de las capas
Hay un dicho en Islandia que dice algo como que si no te gusta el tiempo que hace, que te esperes 5 minutos… y es así, el tiempo es cambiante nivel xtrem. En un mismo día, a nosotros nos diluvió, nos granizó, nos nevó y nos hizo sol. Así que el tema esta claro, ropa impermeable, a capas y si quieres saber más, tienes a continuación todo lo yo que metí en la maleta en el siguiente enlace:
Hoteles, Comida y Restaurantes
Todo bien y para todos los gustos, desde campervan hasta hotel nórdico deluxe, lo que te permita la visa. Para comer igual, si quieres comer lomo de bacalao hecho de forma elegante te van a soplar 40 euros el plato, así que ojo, porque te sientas y te levantas 150 pavos menos rico eso si habiendo comido como un señor.
Por ejemplo, la mejor crême brûlée que me he comido en mi vida no ha sido en Paris sino en el restaurante Hraun (durante la visita al Parque natural Snaesfellsjökull)
De compras por Islandia ¿Qué traer de recuerdo de Islandia?
Las calles comerciales de Reykjavik son Laugavegur y Skólavörðustígur, a las 18:00pm esta todo cerradito y ya te vas a la sauna de tu hotel a pensar.
Lana
Cara como si la hubieran tejido las hermanitas descalzas y ciegas del santísimo glaciar. Diseños muy bonitos, desde lo más tradicional, a lo más fashionwoolpretaporter. A mí no me llagaba ni para media manopla, así que imán de nevera, que también me hace mucha ilusión.
Joyería
Hay un numero significativo de joyerías donde además te hacían los diseños que tú quisieras. Diseños celtas y nórdicos, muy bonitos.
Equipamiento de montaña
66º nordur, icewear… lo que quieras.
Obras de arte y cerámica
Supongo que de esos barros y lodos tan especiales y variados que tienen por todos sitios y ese clima que invita a hacer actividades indoor, el tema de lo artístico tenía que salirles bonito. Así que si te lo puedes permitir llévate llévate algo hecho a mano en Islandia.
Y por último, y cierro el tema compras, te dicen que te devuelven el IVA pero la cola en el aeropuerto es infinita, tú lo sabes, y ellos también.
Recorrido de 8 días por Islandia con niños
Metámonos de lleno en nuestra segunda semana recorriendo Islandia en coche. Si quieres saber más sobre nuestra primera semana en este gran país puedes leerlo en el post:
Dia 8 – 21 de septiembre – Leirhnjukur (zona geotermal) + Krefla (volcán con lago) + vuelta lago Myvatn + paseo laberinto coladas (Kaffi Borgir)
Amanece día de flipar con solaco y en un ademán de locura nos quitamos la primera capa sin temor. A tope.
Alojados en Vogafjós Farm Resort todo queda cerca, hicimos pequeños trayectos en coche y en cada destino pasamos el tiempo que nos dió la gana. En Leirhnjukur hubo pegas: olía a pedo ,pero lo llevamos estoicamente porque nos motivaban las endebles pasarelas de madera y los borboteos del barro hirviendo. Aquí por favor mucho cuidado que te pueden hacer los niños como dos gyozas, no hay barreras y las que hay no están pensadas para niños.
Paradita rápida con subida muy asequible al cráter del volcán Krefla. Muy bonito con su lago y todo.
Antes de comer y por hacer tiempo circunvalamos el lago Myvatn parando donde nos daba el pronto. Era como el Benidorm de los cisnes y patos. Precioso, para apoyarte y ponerte a pensar en tus cosas un ratito.
Para poner broche al día, quisimos repetir un paseito que habíamos hecho el día anterior por entre las coladas de lava petrificadas cerca del café Borgir, sólo que esta vez subimos el nivel, dos despistamos y estuvimos más de una hora perdidos y acojonados. Yo me acojoné fundamentalmente porque no puedes salirte de los caminos, las rocas cortan y hay grietas que como metas mal el pie, adiós… Pero para eso es muy importante llevarse un marido actual con un casio con GPS que te diga después de que tú le hayas propuesto 3 veces desandar el camino que a ti te da que estábamos más perdidos que un pulpo en un garaje, que sí, que tenemos que ir 340 grados norte. Pues lo que yo decía.
Dia 9 – 22 de septiembre – Godafoss – Laufás museo (casitas con césped en el tejado)
Yo personalmente me levanté pletórica por haber visto auroras la noche anterior, otra vez, qué suerte, más suaves que en Finlandia, pero Auroras Boreales, ahí en toda su plenitud. A tope.
El día fue de tránsito, es decir ya que vamos al próximo destino, paramos en una cascada y visitamos una granja museo (casitas con césped en el tejado) que vimos 3 veces seguidas, porque nos moló mazo.
Dormimos en: Hotel Húni
Dia 10 – 23 de septiembre – Seal beach + acantilado de Hvitserkur + volcan Grábrok
Todo pilla a mano haciendo la ruta 1, muchas pequeñas calas prometen avistamiento de focas, tuvimos suerte y vimos 3 muy tranquilas al solete islandés.
Provocando a la suerte intenté bajar por el acantilado de Hvitserkur apretándome una hostia épica, no pasa nada, unas fotos preciosas desde donde casi me dejo las dos rótulas.
Finalizamos día con pequeño paseo (camino de maderita) por zona de volcanes y subida a cráteres Grábrok, muy asequible con niños pequeños.
Dormimos en: Stóra-Vatnshorn
Dia 11 – 24 de septiembre – cascada + iglesia negra
Pequeñas paradas, día tranqui, cascadas de camino, una iglesia negra, una pareja china haciéndose el álbum de boda por la campiña islandesa… Que frio la pobre en tirantes…
Las siguientes 2 noches dormimos en: Lava Water – Miðhraun
Día 12 – 25 de septiembre – Parque natural Snaesfellsjökull
El día entero dando la vuelta completa al gigantesco volcán con glaciar que corona el parque nacional de Snaesfellsjökull. Pares donde pares hay algo que ver.
Nos acercamos a Gatklettur a disfrutar de las columnas basálticas formadas por el lento enfriamiento de la lava.
Parada larga para correr, desfogarnos y coger conchas de mejillón azul en Skardsvik Beach, yo miro el mar y pienso en que no hay neopreno que aguante…
Carreras por el Faro, no sé por ahí perdido sobre unos acantilados preciosos, llenos de nidos de frailecillos que se habían marchado semanas antes de que nosotros llegásemos (se van a finales del verano). Una pena, me quedan pendientes de ver.
Para poner broche al día paramos en Vatnshellir cave, la cueva del agua, podría ser perfectamente la entrada al Centro de la tierra de Julio Verne. Te equipan con cascos y linternas. Bajas 35 metros, la visita es asequible, pero el suelo es irregular yo llevaba bien trincadas a las herederas por las muñecas. Se puede visitar con niños a partir de 5 años.
Día 14, 15 y 16 – 26, 27 y 28 de septiembre – Reykjavik
Los siguientes 3 días los pasamos en Reykjavik, el objetivo era ver un poco la ciudad, hacer compritas y pasear. En Reykjavik disfrutamos de las temperaturas más altas de todo el viaje, creo que alcanzamos los 18 grados de hecho… ¡Un lujo, dos capas menos!
Recomendable la visita al museo Perlan, especialmente la sesión de planetario dedicada a las auroras boreales y su significado en los distintos folklores nórdicos. También fue divertida la rápida visita a la cueva de hielo que tienen a -15º. Una pena que no incluyese un chupito de vodka como el icebar de Estocolmo.
Paseo por el parque botánico de al lado del zoológico, dar de comer a los patos, cisnes, ocas y gaviotas del lago Tjörnin.
Nuestro hotel tenía jacuzzi exterior, así que terminábamos todas las tardes allí haciendo el garbanzo y de allí a la sauna finlandesa. Ducha y a disfrutar de una cena en cualquiera de los restaurantes de la capital. La oferta es amplia y para gustos los colores, hubo una noche que le dimos al ramen, otra a los bagel, y otra en Pylsuhúsid que orgulloso luce el distintivo de «mejor perrito caliente de Reykjavik».
Dormimos en: Hotel Alda
Conclusiones
Me quedaron por ver los frailecillos, las orcas, subir a un glaciar y entrar las cuevas de hielo (que estaban cerradas en septiembre y a las que no puedes acceder con menores de 8 años). Asi que volveré.
¡Feliz Gin & Tonic!
¡Mucho más en mi Instagram!
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