Soy una niña de los 80 así que crecí con Disney, Heidi, Marco y Dartacan, más tarde los Transformers y los X-men a la hora de la merienda, y ya más pero que mucho más tarde me hacía mucha gracia Sin Chan, no en sí el pequeño preescolar exhibicionista sino todos los personajes de su alrededor. En su momento Sin Chan llegó a ser lo único para lo que encendía la televisión normal (no internet)… Así se podría decir que en cuanto a dibus tengo una cátedra.
Sentarme a compartir la serie de dibujos que toque con mis hijas nunca me ha importado, si tengo que ver 700 veces «Como entrenar a tu dragón» lo hago más que encantada. Pero de entre toda la oferta jamás me imaginé que fuera a tener 3 preferidos, es más que negocie ver algún capítulo con mis hijas en vez de otra cosa de su elección o escriba a Netflix para a ver cuando ponen más temporadas porque mis hijas están impacientes… Mentira, yo.
Directo al grano
La filosofía de vida de Peppa Pig
Cuando de más joven la veía de lejos yo era de las que se reía del chiste de “Josefa la cerda”, pero a día de hoy, me siento y la escucho como si de un importante brahman fuera. Cuando (como yo) desde la tremenda ignorancia juzgas a Peppa de forma superficial, solo ves dibujos feos hechos por un niño de 4 años sin visión espacial. Error, nada más lejos, brutalmente divertidos con su humor británicamente irónico me arrancan carcajadas mientras mis hijas me miran en plan «y a ésta que le ha dado«.
La ácida ironía del Pequeño Reino (Ben and Holly’s little kingdom)
Si no es del mismo creador de Peppa Pig es de su primo porque se parecen muchísimo. Al grito de: «¡Somos duendes!», los pequeños y trabajadores duendecillos le sacan las castañas del fuego siempre a la monarquía Cardo. La rivalidad entre nana Plum, la institutriz de la familia real y el Duende sabio, mentor y guía espiritual de los duendecillos es atómicamente épica.
Especialmente adorable es el papel del padre de Molly que le dan tics cada vez que tiene que reconocer que la magia existe, tronchante.
La desternillante serie de animación: Barbie life in the Dreamhouse
Es un MUST. Tienes que verla, contrariamente a la inmerecida fama de las rubias, Barbie es una tía muy lista y desde su inalcanzable glamour combina todo su elenco de profesiones para resolver las más disparatadas situaciones.
Me despepito literalmente con: la guerra abierta de Raquelle que Barbie reconduce con amor y purpurina, el amor no correspondido de Ryan hacia Barbie que pone de los pelos a Ken y Ken en sí mismo: El novio por antonomasia. En serio, porque me veo mayor para el club de fan pero es que es bue-ní-si-ma.
Hay episodios tan locos como cuando Barbie coge la plasticela, la plasticela!… Malibú es asolada por una serie de imparables giromotos, Ken inventa el acelerafrenador, o armarito, la inteligencia artificial diseñada por Ken que gestiona el ropero de Barbie, la secuestra a ella y a dos de sus amigas por una horrible combinación de pantalón pirata y zapato de tacón, no en serio, es para morirse.
En Netflix está solo la temporada uno… pero (como ya he comentado) les he escrito mintiéndoles diciendo que a mis hijas les gustaría ver las siguientes temporadas…. ju ju ju soy terrible.
¿Sabías que Barbie es un icono feminista?
Medidas imposibles aparte, la muñeca ahora viene en todos los tamaños, tallas y razas… Con un potente mensaje: Puedes ser lo que tú quieras. Barbie rompe con todos los estereotipos de género ocupacionales.
No he podido resistirme, versión gemelar!!
Barbie nació en un momento en donde las mujeres tenían 3 trabajos: cocinar, limpiar y cuidar de los hijos… Pero las hijas de esas mujeres crecieron con una Barbie médica, veterinaria, astronauta, piloto, policía, científica, deportista…
La combinación de muñeca icónica en serie irónica e infantilmente adulta me encanta, la doy un 12. Ojalá Netflix me haga caso y ponga pronto la temporada 2.
¿Compartes dibujos animados con tus hijos? ¡Saca las palomitas!
Feliz GinTonic!
Yo también soy de las que ve los dibujos con los peques y por ejemplo me encanta Ben y Holly. De hechos mis niños gritan cuando empiezan: «Mamáaaaaaa, los que te gustan a ti!»
Genial!!!?