Soy muy de trilogías, debe de ser por aquello del embarazo multiple, asi que despues de 6 cosas que ya no hago y 6 cosas que hago desde que soy madre, no podía faltar: 6 cosas que SIGO haciendo.
Una de las cosas que me aterrorizaba de la maternidad era cuanto todo el mundo te decía que iba a cambiar tu vida, de abajo a arriba, de dentro a fuera, y ya ni te cuento si te quedabas embarazada demasiado pronto. Bien para mi la unica pega a tener hijos pronto es tu madurez emocional.
Tener un hijo con 26 no es lo mismo que con 36
Ojo, que yo siempre hablo desde mi experiencia y personalmente… habrá quien te diga que no tiene hijos por la estabilidad económica, por falta de medios o ayudas… que donde comen dos no comen 3, yo ahí no me meto, cada uno abarca lo que cree que puede… pero para mi todo es adaptación y de buscarse la vida. Soy de las personas que piensan que donde comen 2 comen 3, y pienso esto porque afortunadamente tengo apoyos familiares en plural. Soy afortunada y soy de esas personas adaptables, que lo mismo me da que me da lo mismo.
Ejemplo: Cuando era becaria iba de camping, ahora con mi trabajo fijo voy a hotel, pero nunca he dejado de viajar. Me adapto.
Y para mi ahí está la clave de la felicidad: tener una vida en donde la maternidad no se meta a saco y solo las altere un poco, para evitar esa sensación de se acabó lo que se daba.
Para mi esa barrera emocional llego a los 35, cuando la frase “de todo se sale” comenzó a iluminar todos los ámbitos de mi vida. ¿Tu familia te agobia? Pon límites, ¿Estrés en el trabajo? Haz lo que puedas y hazlo bien, tu salud es lo primero, no hay nada por encima de tu salud. Y así con casi todo, incluida la maternidad: ¿Un hijo? ¡Que gran coste!… de todo se sale.
¿Y que sigo haciendo casi igual desde que soy madre?
Directo al grano
Viajar
Viajar desde el principio fue una obsesión, demostrar que se podía viajar con bebés y que podias ir (casi) a los mismos sitios fue durante los primeros años de vital importancia para nosotros.
Durante todo el embarazo escuchábamos las frases:
- Se os acabo el viajar ¿eh?
- Vais a tener que bajar las maletas por fin al trastero
- Meterse en un avión con dos bebés es un suicidio
Bueno pues poco a poco demostramos y nos demostramos que podíamos viajar y bien lejos. A los seis meses de vida de mis hijas y antes de volver al trabajo de mi baja de maternidad hicimos una escapada de 15 días a Creta, 3 horas de vuelo a Atenas más una hora a Creta, cansado pero bien, compartiendo asiento pero bien, de hecho todos los vuelos han sido tranquilos incluido el vuelo diurno de ida a Miami excepto la vuelta de Niza el Agosto pasado con el berrinche de la preferida de nivel 9/10.
Los hoteles “kids friendly” están preparados, te proporcionan purés (con los ingredientes de tu elección), microondas, cunas y neveritas… todo bajo control.
El primer mar que vieron mis hijas fue griego, el primer chocolate: belga, la primera nieve: suiza, el primer castillo: escocés, el primer cocodrilo en Florida, el primer carousel: francés, el primer viñedo en La Toscana, el primer volcán: el Vesubio… Y estamos preparando el viaje a Japón… donde esperamos ver a Godzilla.
Viajar forma parte de mi y para mi tener hijos no ha frenado u ocultado esa parte, sigo viajando, pero de otra forma, con otros planes, planificando mejor, yendo preparado, aunque por supuesto SIEMPRE hay situaciones inesperadas y asumiendo que esto es así.
Ver series
La verdad es que al principio de los principios me sorprendió ver que dormían un huevo y podía recuperarme del embarazo viendo Downton Abbey, a esa serie le siguieron muchas más… Mi churri y yo ya eramos de series antes de que se pusieran de moda y relegaran al cine.
Ya no podemos ver una serie en marathon un finde entero, levantandonos para comer y hacer pis, pero seguimos viendo nuestras series cuando las niñas se duermen, así que no me encuentro en ese espectro poblacional que no puede ver Juego de Tronos al dia por haber tenido hijos.
La relacion con mi pareja
Cambia, no te oyes pensar, pero sigue ahi y de hecho estas orgulloso de ver como te creces ante las dificultades, haces frente común ignorante ante las personas que te dicen que si tu hija no habla que la lleves al logopeda, que si va mas lenta en el desarrollo, que si tiene 37 le des apiretal y así. Y creas el partido político: Frente Dictatorial Gemelar, el FDG, en el que todos somos muy colegas pero solo mandan dos.
Como ya os decía en otros post (de muy recomendable lectura si te encuentras embarazado), aprendes más señas que en el mus, y una caída de ojos con doble parpadeo es interpretada rápidamente como: “echame una manta por encima que se acaba de quedar frita, no muevas ni un pelo, como Tom Cruise en misión imposible”
Jornada laboral
La misma de 8 a 5, no me la reduzco, siempre se necesita la pasta, recuperar el anverso puede esperar. Eso sí de 8 a 5, las horas extras de “bueno pues esto lo termino antes de irme que total, así cierro el tema que en casa solo me espera mi marido y el gato…” eso se acabó. Derrapo por las esquinas para llegar a secar a mis hijas según salen de la bañera.
Recibir el wasapito: “En la bañera” para mi supone el querer arrancar el volante del señor conductor del autobús y darle a fondo porque no llego.
La vida familiar
Somos una familia pequeña, de esas con pocos tíos y pocos primos, los primos segundos no existen, vivirán su vida, quiero decir, pero no forman parte de la mía. Si bien antes de tener a las niñas la relación familiar era más distante e intermitente, aunque nunca desconectada, con el nacimiento de las monstruas, la familia se convierte en una serie televisiva, abres la puerta y siempre hay alguien, porque los necesitas, porque te ayudan encantados, porque disfrutan de esos nuevos miembros tan pequeñitos y ruidosos. Y tú encantado de que te traigan la cena, dejándote querer.
El enfoque de la vida
Suelo intentar seguir mis propios consejos aunque ya se sabe que es más fácil dar consejos que seguirlos. Mi lema siempre ha sido «Vive y deja vivir», es típico, muy tatuable y todo lo que tú quieras, es un buen lema, lo practico y lo exijo: vive tu vida y déjame en paz con la mía, cuando quiera tu opinión te la pediré.
Uno de los retos maternales a los que nos enfrentamos todas las madres son los juicios de otros, padres, madres, seres humanos en general, toooooooooooooooo el mundo opina de tu vida, de tus hijos y de tus decisiones, fenomenal, opina, pero en privado, en la intimidad de tu cuarto de baño, y luego tira de la cadena que es donde voy a tirar tu opinión de mierda.
Y ese enfoque de vida es el que tengo desde antes que supiera que existía la frase. Aplicarlo con mis hijas es fácil, mi papel es mantenerlas a salvo y con vida, y hasta ahí intervengo. Es cierto que de los 2 años a los 3, la intervención raya lo dictatorial, pero el lo pequeño, en lo que para ellas es un mundo, en eso, ellas deciden.
Recuerdo que una compañera de trabajo se horrorizaba porque mis hijas elegían qué ponerse y en concreto los calcetines… y ante su: “pues lo que me falta a mi” yo me mantuve firme con un encogimiento de hombros, a mi dejarles que elijan los calcetines me supone un diálogo de dos frases y que se pongan los calcetines a la primera, sin discusión. Mas tarde leería que “ceder” o facilitar en estas pequeñas cosas crea adultos autónomos y capaces de tomar decisiones sin miedo, mientras que si tú decides por ellos, tendrán tendencia a ser sumisos y a que otros tomen decisiones por ellos.
¿Te parece ridículo el ejemplo de los calcetines? Puede, pero siempre tienes que ponerte a su nivel y pensar cuán de importante es para ellos “decidir” qué calcetines ponerse ese día y cuánta seguridad en si mismos genera esa toma de decisión.
¡Y de nuevo objetivo cumplido! 6 cosas que sigo haciendo independientemente de mi maternidad, algunas trastocadas, pero ninguna herida en el punto de flotación.
Feliz gin tonic!
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