Carta a una madre gemelar: Capítulo final – El holocausto

Mi intención no es otra que ayudar, en ningún momento pretendo acojonar o quitar las ganas, quiero que anticipéis asumiendo y asumáis anticipando, que estéis preparadas para lo que viene. De verdad creo que las personas preparadas  son más capaces de conseguir el éxito en aquello que se propongan, que personas que sólo se sientan a esperar que todo fluya (positivamente).

Primeras semanas

Como ya recordarás de la anterior carta, las primeras semanas siguen marcadas por dolor, el dolor de la operación que va remitiendo poco a poco, el dolor en los pechos y el dolor en el cuerpo entero por el cansancio. Al cansancio habría que dedicarle un capítulo entero con honores. Si en torturas carcelarias utilizan la privación de sueño para romper a una persona por algo será, en mi caso no experimenté ese nivel de cansancio hasta que tuve hijos. Es un cansancio que duele y dan ganas de llorar, es un cansancio que dan ganas de bajar al coche y dormir sin que nadie te moleste, es un cansancio que desespera y saca lo peor de ti, así que el secreto de para superar esta fase es saber lo que viene, tomar consciencia, asumirlo y saber que tiene fecha de caducidad.

Pedir ayuda es fundamental, huye de las personas que te dicen «bienvenida al club» y abraza a aquellas que te brindan su ayuda. Desde mi punto personal de vista no hay que avergonzarse en pedir ayuda, con un hijo es jodido así que con más ni te cuento.

Al cansancio extremo le tienes que añadir la nueva carga emocional que soportas, nadie nunca tan vulnerable había necesitado tanto de ti, esa sensación de no poder moverte, de estar todo el día con la teta fuera, de dudar si ducharte o no por si te necesitan… es nuevo y extenuante, también debes prepararte para ello.

El papel del padre/pareja

Si estás leyendo esto desde el otro lado decirte que es importante que asumas o hayas ido asumiendo que tu vida tal y como la conocías ha terminado. Durante el embarazo te convertiste en un mayordomo con derecho a pellizco en el culo de vez en cuando, en el parto fuiste Don «Ahí estoy para lo que necesites, todo va a salir bien» y ahora has dejado de existir como ser individual y perteneces a una colmena, perteneces a un ente superior con cerebro que piensa por ti, bienvenido a una cadena de producción, limpieza y canturreos. Bienvenido a un equipo gobernado por EL INSTINTO.

Vas a aprender más señas que en el mus. Tu mujer te levantará una ceja y sabrás si lo que quiere es que le metas otro cojín para acomodar mejor a los bebés mientras da el pecho o que le traigas un pañal limpio, vas a experimentar una nueva manera de comunicación: la telepática.

Querida pareja, tu papel lejos de fácil es fundamental, vas a tener la ardua labor de desempeñar el rol de teta coach, eso es apoyar a tu semi-muerta mujer a dar el pecho y no dejarlo, y saber distinguir cuando tu mujer solo busca ánimo de cuando realmente está a punto de morir y es hora de complementar la lactancia o abandonarla por el bien de la mamá.

En este punto en mi humilde opinión, por encima de todo está el individuo, por supuesto que lo mejor (y más barato) para el bebé es la leche materna, y por supuesto que es absolutamente matador dar el pecho a demanda, pero todas tenemos un límite, y si nuestras parejas son buenas parejas, sabrán reconocer si ese límite ha sido sobrepasado y ayudarnos a gestionar una situación dura: el abandono de la lactancia por semi-muerte de la donante.

La muerte de las neuronas

Notarás que te vuelves como más gilipollas de lo habitual, bien, eso está en los libros que todo lo saben, al parecer nacemos sin conexiones empatizantes con los seres humanos, así que igual a un padre le bajan los niveles de testosterona para hacerle un ser más tranquilo y pro-bebés llorones, a ti se te muere la parte del cerebro donde retienes la lista de la compra, qué comiste o si te lavaste los dientes hoy, para fabricar nuevas conexiones cerebrales que hacen que tus bebés te parezcan súper monos y no quieras tirarlos por la ventana la segunda noche que no pegas ojo.

En mi caso particular yo ya venía de fábrica siendo un poco despistada, aquellos que me conocéis sabéis que los nombres de vuestros hijos, vuestros cumpleaños y demás no son mi fuerte, si ahora le añades esto, mi cerebro está para gestionar las cuatro funciones básicas fisiológicas y poco más.

Los horarios

Para mí, los horarios han sido dignos de militar británico, hay una cosa que se llama instinto que se te desarrolla un poco más tras el parto que te va diciendo que es lo que va mal con tus bebés. A parte que el 90% de las veces es hambre o cuestión de pañales, todo está envuelto dentro del concepto rutina. Ese concepto que parece sencillo y fácil y pasa de soslayo por algunos cursos de preparación al parto, es un concepto importante. Habrá quien no lo entienda, habrá quien piense que eres un exagerado, en fin, como dice mi madre tú verás, cuando alteres sus ritmos tú mismo comprobarás en tus carnes la catástrofe. Llevar a la vez a dos bebés es bastante fundamental para tu supervivencia (no ya a suya, la tuya), alimentarlos a la vez, cambiarles a la vez, dormirles a la vez… eso hará que no te parezca estar cada 5 minutos atendiendo a alguno y por ende evitar estar al borde del suicidio.

Las fases

Otro tema importante que debes asumir y te ayuda en los primeros meses es saber que todo va en fases. La fase: «comer cada dos horas«, yo la sufrí tres  meses, la fase de los cólicos del lactante, yo la sufrí sólo con un bebé, y dura un mes, la fase estoy irritable de 6pm a 12pm, dura dos semanas, la fase ¿Mamá puedo hacer pis contigo? Todavía no ha terminado, no puedo estimar.

Cuando estaba bastante al borde, mi marido recurría a la lectura del libro que todo lo sabe y me decía cuánto iba a durar la fase, eso me ayudaba en dos puntos, saber que lo que ocurría era normal, de hecho de libro, y dos que tenía fecha de caducidad, lo cual activaba una cuenta a atrás cerebral que me ayudaba a gestionar el cansancio.

Las visitas

Yo soy muy de respeto tu opinión, pero si no te la he pedido ya sabes por dónde te la puedes meter, os recomiendo que hagáis lo mismo, tú y tu pareja lo hacéis lo mejor que podéis y llegáis hasta donde podéis, nadie va a llamar a los servicios sociales porque haya una pila de biberones pendientes de esterilizar en la cocina, la cena sin recoger o la cama deshecha.

Estarás sensible al respecto, pero la gente no se calla, así que es labor tuya, pasar por encima de la pila de ropa sin doblar y atender antes a tu bebé que cuadricular los bodies.

Si eres una persona perfeccionista sufrirás más, pero al final te darás cuenta que a todo no llegas y tienes que elegir, porque la solución no es pedir a tu pareja que curre más, porque ya lo hace.

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Las visitas tienen que cambiar el chip cuando van a visitar a una familia de múltiples, no van a tomar el café y a sentarse a ver las caras de cansancio de los padres y las caritas mofletudas de los bebés.

Cedo completamente los derechos de autor sobre este párrafo y dejo que lo copies, lo pegues y se lo envíes a todos tus conocidos: Las visitas vienen a limpiar, a barrer y a pasar la mopa, a llenar el frigorífico, a quedarse 2 horas con los bebés para que te puedas echar una siesta, a doblar ropa o a cocinar, en definitiva vienen a ayudar, para tomar café ya está el starbucks.

La baja de paternidad

Es una broma social, asumámoslo, cada vez que que veo la baja de maternidad de una mujer: 16 semanas me da la risa floja, pero es que cuando veo la de paternidad me despepito, ¿Lo mejor? Cuando te enteras cuantos días más te dan por gemelos: ¡2!, sólo me salen palabrotas a este respecto y estoy tratando de reducir su porcentaje… no habrá igualdad hasta que el padre desee implicarse en la crianza de igual forma que la madre y no habrá igualdad hasta que las instituciones, la sociedad y las propias mujeres nos apoyemos en esto, sí, las mujeres, especialmente esas que ante las «torpezas» parejiles dicen «quita que ya lo hago yo», esas.

Mi recomendación es que si os lo podéis permitir, pidáis una excedencia de seis meses. Habrá quien piense que es una barbaridad, pero yo como soy de inspiración sueca pues me parece una aberración dejar a un bebé menos de dos años en la guardería. Mi marido y yo creo que no hemos «disfrutado» tanto de un tiempo juntos como compartiendo los cuidados de nuestros bebés, esa experiencia debería estar protegida por la UNESCO.

Los gastos

Se incrementan un poco bastante, los pañales salen a unos 200 pavos más al mes ídem de la leche en polvo, si las visitas te dicen que si necesitas algo, no lo dudes: pañales. La ropa sobre todo durante el primer año esta casi nueva, intenta heredarla de alguien, yo tengo una benefactora que me subvenciona el 85% de mis necesidades ropiles, de hecho podría tener cuatrillizos e irían a la última, ¿Suerte?¿Karma?¿Bondad amiguil? Llámalo X, pero aprovéchalo que vienen curvas.

Como ya os aconsejé en mi primer post, únete a la asociación Madrileña de partos múltiples AMAPAMU, la leche, los pañales, los cereales y las toallitas te saldrán a mejor precio y un amable repartidor te los acercará a casa.

La nutrición

Yo he tenido verdaderos problemas para encontrar pautas de nutrición fuera de los consejos de los centros de salud. Vais a tener que buscar mucho… yo no sé el tamaño de una ración para un bebe de 6 meses, ¿Qué es lo normal?, ¿Qué alimentos son mejores?, ¿Por qué no deberías de dar a tus hijos ningún alimento procesado? (danoninos, mi primer danone, blevit felices sueños, mi primera galleta….) creo que da para un futuro post así que lo dejo aquí, y os animo a buscar vuestro método alimenticio, FUERA DEL VEGANISMO POR FAVOR.

Cómo salvar el matrimonio

Aquí las madres pro-porteo que llevan colgados sus bebés hasta cagando me echaran a los lobos, pero creo que intentar encontrar horas, y digo horas, para escuchar a tu pareja es bastante importante, yo me hago cruces pensando en aquellos matrimonios que a penas a flote deciden tener un hijo para salvar el matrimonio, no hay NADA que separe más a una pareja que un hijo, yo siempre digo medio en broma medio en serio, que en la cama cada vez vamos añadiendo más grados de separación, empezamos con medio: el gato, añadimos uno a los 6 meses y últimamente tenemos la visita de otro a partir de las 3 am… en definitiva, te sentirás como un pulpo intentando llegar a todo, pero tu pareja es tu equipo y como todos los equipos de alto nivel de vez en cuando necesitas estar a remojo en un jacuzzi y bajo las manos de un experto masajista.

Mensaje especial parejas de múltiples y no múltiples: El cansancio y tu forma de ser harán querer decirle a tu compañero/a de equipo que eso o lo otro no lo está haciendo como tú quieres que se haga de forma: «me cago en tu padre y en toda la corte celestial«, bien, mi consejo es que salvo que tu bebé corra peligro de muerte o la gente de alrededor le vaya a denunciar a los servicios sociales, le dejes hacer las cosas como él quiera o pueda y te guardes tu contestación ferozmente dañina en una cajita y te la metas por donde amargan los pepinos. No hay nada, más devastador que estar intentando hacer algo y venga otro a decirte que lo estas haciendo mal de forma despectiva, hay muchas formas de decir las cosas, la forma recomendada aquí es con respeto y ayudando, con compresión y animando, si desprecias la forma en la que está haciendo algo y dices «quita que ya lo hago yo» te estas haciendo a ti un flaco favor y a él le estás quitando las ganas de seguir. Hay que tener mucho temple, mucho aguante y mucho autocontrol, pero para eso están los amigos y los Gin & Tonic, para luego ir y desahogarte, transformando los momentos de tensión en anécdotas.

El pediatra

Después de ir dentista y de hacer el cálculo del impuesto de sociedades, durante unos meses fue mi tercera cosa más horrible preferida.

El feeling con tu pediatra es casi tan importante como el feeling con tu pareja.

En mi primera vista, la que nos atendió, no paró de echarnos la bronca, y de darnos consejos absurdos si vives en ciudad como «secar la ropa al sol» porque la secadora deja la ropa con electricidad estática. Nos trató como a incompetentes: si confesabas no saber, eras lerdo porque no sabías… y si te habías informado previamente en un libro o en internet, eras un listillo y que bajo tu responsabilidad…

No fue hasta el tercer pediatra cuando encontramos a un profesional que nos ayudaba, nos tranquilizaba, nos informaba y cuidaba de nuestros bebés, le encontramos después de conocer a froilan Irma Grese y al doctor muerte. Estoy pensando en que también puede que haga otro post titulado «visitas al pediatra y otras historias de terror«.

¿Que regalar a una madre gemelar?

El libro que todo los sabe: El gran libro de los gemelos

Un monísimo cuadernito moleskine especial bebes

Un cuqui album  embaracil

Y dicho esto… ¿preguntas?

Mucho ánimo y disfrutad del camino.